La huella árabe ha quedado profundamente marcada en la Alpujarra Almeriense. Prueba de ello es el origen de Alhabia, un destino paradigmático del interior de ‘Costa de Almería’ del que se dice fue una antigua alquería en la época de dominio musulmán.

Este municipio alpujarreño, ofrece una propuesta rural única para los amantes de la naturaleza y de la gastronomía típica de esta zona tan castiza de la geografía almeriense

En el cuaderno de viaje, el turista que visite Alhabia tiene importantes atractivos patrimoniales para hacer única su estancia, como su iglesia parroquial, dedicada a San Juan Bautista, de estilo neo clásico e integrada en la escuela de Ventura Rodríguez. Otros edificios singulares de la arquitectura de Alhabia son la Casa de la Mezquita, de estilo neo árabe, o el atractivo y sugerente rincón dedicado a Doña Carolina de Yebra, monumento dedicado a la mujer del farmacéutico rural, obra de recreación romántica que junto a la casa del mismo constituyen un conjunto arquitectónico de singular belleza rodeado de una frondosa vegetación que dan al lugar un aspecto palaciego.

Cierran los enclaves a visitar del municipio, las populares viviendas cueva, muy típicas de la arquitectura alpujarreña, las fuentes del Moreal y del Borbotón y el Reloj de Sol que puede contar con más de 300 años de antigüedad.

La cerámica es la principal actividad de artesanía de esta localidad de la alpujarra almeriense y que de hecho, concentra sus talleres y exposición en una misma calle. En ella, el turista puede llevarse como recuerdo de su paso por Alhabia todo tipo de objetos que ponen de manifiesto, el saber hacer de los artesanos de la zona.

En un enclave que goza de un privilegiado entorno natural, las rutas senderistas son un gran reclamo para acercarse a visitar este destino de interior de ‘Costa de Almería’ en el que los Ríos Nacimiento y Andarax, harán más refrescante y agradable la jornada de visita.

Por último cabe destacar la amplia y variada gastronomía de la zona en la tienen cabida desde embutidos artesanales hasta platos más elaborados como la fritada alpujarreña, el choto al ajo cabañil, la ‘cocina mareá’, las migas, las ‘tarbinas colorás’, los gurullos y las pelotas. En cuanto a los dulces, son típicos los roscos de Semana Santa, los soplillos de huevo y almendra, los mantecados de miel y los rosquillos de miel.

El diputado de Turismo, Javier Aureliano García, insiste en “la labor que desde el Servicio Provincial de Turismo de la Diputación de Almería se realiza para la promoción y difusión de los productos y recursos turísticos que tiene el interior de la provincia”. Asimismo, ha aprovechado esta oportunidad para invitar a los propios almerienses y visitantes potenciales a conocer los enclaves privilegiados del interior de la provincia como éste.