Las crónicas más antiguas cuentan cómo los poetas árabes de finales del siglo XV lloraron sobre sus versos la pérdida de los reinos de Almería y Granada. Culminada la conquista, derrotado el reino nazarí, los perdedores fueron recluidos en las Alpujarras, a los pies de la imponente Sierra Nevada.

Bajo las montañas más altas de Españas, a los pies de Sierra Nevada, se esconde un paisaje de inspiración para descubrir con calma. Ponemos rumbo a él para proponerte un recorrido por los pueblos blancos y escondidos de este territorio de carreteras serpenteantes, precipicios de vértigo y sorpresas miles

Algunas califas como el Zagal ó Boabdil, último rey de Granada, pasaron por estas tierras exiliados y atados a sus costumbres y a su cultura caracterizada por un peculiar y refinado sentido de la vida y las artes. Sus súbditos acomodaron sus viviendas en imposibles pendientes, sembraron los campos de exóticos árboles frutales y canalizaron las lomas y los cerros con canales y acequias que aún sacian la sed de huertas y paratas. Las Alpujarras son la herencia directa de aquellas otras que cautivaron a los viajeros románticos del XIX, un territorio literario y místico a un escalón del Mediterráneo, elegido por decenas de poetas y escritores que hallaron en sus pequeños pueblos, blancos como copos de nieve, la inspiración necesaria para edificar su obra.

Poco más de media hora en coche, a través de la A-348, separan al pueblo que se conoce como ‘puerta de entrada’ a la Alpujarra, Alhama de Almería, de su centro neurálgico, Laujar de Andarax. Te recomendamos un recorrido por los pueblos blancos y escondidos de este territorio a través de sus carreteras serpenteantes, de sus precipicios de vértigo y de sus paisajes que guardan la enigmática esencia árabe en cada rincón. Una suma de atractivos que la han convertido en un destino ideal para los amantes del turismo rural y de naturaleza en el que se van sucediendo enclaves de gran belleza como el desfiladero del río Nacimiento con la arquitectura popular y típica de la Alpujarra y edificios cargados de historia como el palacio de Fuente Victoria, pedanía del municipio de Fondón, donde el último rey de Al-Andalus, Boabdil, se refugió cuando perdió su reino antes los cristianos.

Nuestra propuesta:

Alhama de Almería: Uno de los atractivos más destacados de este municipio es su Balneario de San Nicolás de aguas termales. Su pasado árabe queda reflejado en su casco urbano de calles estrechas y empinadas, así como en los restos de su fortaleza nazarí en el Cerro de la Cruz y del morabito musulmán en la Cruz de Arriba.

Canjáyar: Al pie de Sierra Nevada y mirando a la Sierra de Gádor, se encuentra enclavado este precioso pueblo alpujarreño rodeado de huertas, que se siguen regando mediante un sistema de acequias centenarias, ofrece un entrono espacialmente agradable para todos los sentidos. Y es que el patrimonio andalusí que existe en esta villa está relacionado con el agua y con su aprovechamiento en la agricultura.

Fondón: Fue en un palacio que aún se conserva en su pedanía de Fuente Victoria donde Boabdil, último rey de Al-Andalus, se refugió cuando perdió su reino ante los cristianos. Otras construcciones destacadas de su patrimonio histórico y artístico son la Fuente de Carlos IV, su iglesia parroquial y su ermita de estilo mudéjar. 

Laujar de Andarax: Cuando Boabdil se rindió ante los cristianos, los Reyes Católicos le cedieron este municipio como lugar de residencia. Entre su patrimonio histórico y artístico destaca la Iglesia de la Encarnación, adornada por su espectacular torre mudéjar y en cuyo interior conserva un bello retablo barroco y lienzos del pintor Alonso Cano.

NO DEJES DE… Visitar el entorno natural de Padules en el que destacan sus populares Canales y su vino clarete elaborado de forma artesanal. En este mismo trazado por los primeros pueblos de las alpujarras almerienses no debes pasar sin conocer el Castillo Musulmán ubicado a las afueras de Beires y declarado Bien de Interés Cultural y la Fuente Termal ubicada en la plaza de Huécija, conocida como ‘Baños Huecijanos’ y que fue usada en tiempos del Imperio Romano. En este viaje, te recomendamos que disfrutes con los cinco sentidos y es que los productos cárnicos de Íllar gozan de gran popularidad y un exquisito sabor que recuerdan al clavo y la matalauva que se utilizan en las matanzas de antaño.

GUÍA PRÁCTICA

DÓNDE DORMIR
La Posada de Ahlam [Fondón, Benecid]. Sobre una loma, rodeado de encinas y olivos, se sitúa el hotel y el restaurante que preside el valle de Fondón con unas magníficas vistas hacia la Alpujarra Almeriense. Un placer para los sentidos.
Hotel El Almirez [Laujar de Andarax]. Hotel Rural Familar que invita a sus huéspedes a disfrutar de la buena cocina y del descanso necesario en un entorno único.
Hotel La Kabila [Instinción]. Espacio ideal para disfrutar de una escapada rural en un entorno tranquilo y en pleno contacto con la naturaleza.

DÓNDE COMER
Mesón La Fabriquilla [Laujar de Andarax]. Para saborear la historia y la tradición de la Alpujarra.
El Olivillo [Fondón]. Los sabores de toda la vida tienen cabida en este restaurante que ofrece comidas únicas para sorprender a sus clientes.
Restaurante Barroso [Padules]. Un clásico de la oferta gastronómica de la comarca que guarda en cada plato, una pizca de la esencia más pura de la alpujarra almeriense.