La situación geográfica de Rioja y Viator, en la Comarca del Bajo Andarax, le han convertido en cruce de caminos de todas aquellas culturas que han pasado y poblado estas tierras, convirtiéndose en nexo de unión entre la capital, las tierras del Alto Andarax y las Alpujarras.
Además, su peculiar orografía ofrece al visitante una diversidad paisajística en la que no faltan cadenas montañosas, erosionadas por el viento y coloreadas por la riqueza de sus minerales, que contrastan con el verdor de los cultivos de cítricos, olivares y parrales, que se suceden por el curso del viejo Andarax.
En el caso de Rioja, se han registrado asentamientos humanos desde el III milenio antes de Cristo. Así, en la orilla izquierda del río Andarax, junto al camino que va desde Pechina a Rioja, se alza el Cerro del Fuerte, cuya muralla defensiva encerraba una población que poseía crisoles para fundir metales, un poblado argárico y una necrópolis en las estribaciones de la ladera sur del Cerro. Asimismo, en el interior del recinto amurallado afloran en superficie restos constructivos de muros de mampostería, junto con gran cantidad de material cerámico de época romana y fragmentos de cerámica prehistórica. Una importante ocupación que podría tratarse de un ‘castellum’ minero de época tardorromana encargado de proteger las producciones mineras (en cobre, plomo y hierro) de una serie de asentamientos esparcidos por la Sierra.
Rioja cuenta además en su patrimonio con los Baños de Alfaro, cuyas aguas sulfurosas cálcicas están indicadas para el tratamiento de dermatitis y catarros de las vías respiratorias. No obstante, si hay algún elemento que se haya convertido en todo un símbolo entre el valle y los naranjos, es el popular Puente de Rioja.
Una vía que era camino vecinal de primer orden y que partía de la Plaza de Benahadux continuando por la Carrera de San Miguel hasta el río y entrando a Rioja a través de su Vega. Tras muchos años de reformas y ampliaciones, el proyecto definitivo del puente, que se conoce a día de hoy, es obra de Agustín García Carmena en el año 1873. Una obra que tardó tres años en acabarse gracias al impulso de Valero Ribera.
Los monumentos más destacados de este municipio son de carácter religioso. La iglesia de la Virgen del Rosario, edificada en el siglo XVII, y la ermita de la Virgen del Valle son dos paradas que el turista debe hacer en su visita a este municipio.
Una visita en la que además, también puede disfrutar de su gastronomía en la que destacan sus embutidos, platos como la fritada alpujarreña, el choto al ajo cabañil, la olla de nabos, el encebollado con hígado de cerdo y las ‘tarbinas colorás’ y dulces como los roscos de Semana Santa, las rosquillas y los soplillos de huevo y almendra.
Por su parte, Viator se encuentra enclavada en un entorno que abarca numerosos barrancos y ramblas ideales para la práctica de senderismo ya que dicen que por esta ubicación transcurría la calzada romana de Cástulo a Malaca, ‘Itinerario Antonino’, antes de cruzar el río para seguir la línea costera. Por otro lado, se cree que el topónimo Viator procede de Vía Turris, camino de la Torre, cortijada o pequeño caserío existente en sus proximidades, donde estaba el cortijo de Torreserena.
Entre su patrimonio monumental destaca la iglesia de Nuestra Señora de las Angustias, construida en el siglo XVIII, en la que se guarda una talla de la Virgen, del escultor Salcillo.
Un patrimonio arquitectónico que completa la ermita de la Virgen del Carmen, el campamento militar Álvarez de Sotomayor, levantado para preparar tropas para la defensa del protectorado de África, a principios del siglo XX y el Centro Provincial de Interpretación Paleontológica ‘La Ballena de Viator’ creado con motivo de la aparición del fósil de una ballena de la época prehistórica. El centro está concebido para facilitar al visitante una información didáctica, pero también rigurosa y científica, planteando un recorrido que se inicia en el origen del universo y sigue su evolución hasta la biodiversidad actual. Se estudian los fósiles como información relevante para conocer el cambio climático, la extinción y formación de especies y muy especialmente se analizan los huesos de las ballenas de Sierra Alhamilla. La instalación se complementa de manera espectacular con una escultura de más de seis metros de altura que reproduce la cola de una ballena realizada en mármol travertino rojo de Alhama de Almería que se ha convertido en un elemento visual de gran impacto que actúa como reclamo y señalización del Centro de Interpretación y de su Aula Didáctica anexa.
Al igual que en Rioja, es obligatorio hacer una parada para disfrutar de la gastronomía local en la que los embutidos ocupan un papel destacado junto con platos de olla hechos con derivados del cerdo. Entre los postres preferidos por los viatorenses cabe destacar los soplillos de huevo y almendras, las rosquillas y los mantecados de miel.
Una oportunidad para disfrutar de los manjares de ambos municipios durante este mes de octubre en el que ambos enclaves celebran sus fiestas patronales. En el caso de Rioja, será el próximo 7 de octubre cuando celebren festejos en honor a su patrona, la Virgen del Rosario. El último fin de semana del mes, Viator homenajeará a la Virgen de las Angustias en unas fiestas también conocidas como ‘Fiestas de la Longaniza’ por la costumbre de comer este embutido los últimos días de octubre, coincidiendo con la celebración de las populares matanzas.
El diputado de Turismo, Javier Aureliano García, insiste en “la labor que desde el Servicio Provincial de Turismo de la Diputación de Almería se realiza para la promoción y difusión de los productos y recursos turísticos que tiene el interior de la provincia”. Asimismo, ha aprovechado esta oportunidad para invitar a los propios almerienses y visitantes potenciales a conocer los enclaves privilegiados del interior de la provincia como éste.