El municipio de Paterna del Río se encuentra situada en plena Alpujarra almeriense y a las faldas de Sierra Nevada, de cuyo parque natural forma parte. Esta localidad se convierte así en uno de esos pequeños rincones en los que el tiempo se detiene para permitir al visitante disfrutar de un aire salpicado por los olores del romero, la albahaca, el pino y sobre todo el castaño, ya que cuenta con el mejor castañar de la provincia de Almería, y dejarse llevar por el sabor de la cocina tradicional y de la tranquilidad que ofrecen unas calles que guardan historias comenzadas a tejer en el Neolítico.
No obstante, el libro del pasado de este pueblo alpujarreño cuenta con capítulos reservados para los Iberos y los Tartessos, restos de cuyas culturas se pueden aún observar en las minas de hierro de la Gaviarra. Una minería que también sería aprovechada posteriormente por los cartagineses. Sin embargo, fue el pasado musulmán el que marcó definitivamente la personalidad de Paterna del Río, protegiéndolo con un pequeño castillo y en cuyo seno se ubicaban dos mezquitas menores y una mayor.
Uno de los encantos de este pueblo lo compone el entorno en el que se ubica. El valle en el que descansa ofrece a los visitantes un espacio para disfrutar de senderos y caminos entorno a los que disfrutar de su variada vegetación, en la que no faltan álamos, pinos y sobre todo castaños, convirtiéndose en un espectáculo para la vista durante el otoño, cuando las hojas de sus árboles recorren toda la paleta de colores que van desde el marrón hasta el amarillo.
Pero si Paterna del Río cuenta con una vegetación tan rica, es gracias al agua. Una senda que espera al visitante para descubrirle el río Paterna y toda una estructura de acequias y canales que abastecen no solo este bello pueblo, sino también los que bajan camino al Mediterráneo. Un paisaje del que también forman parte numerosos barrancos y abundantes fuentes y arroyos procedentes de los deshielos de la alta montaña de Sierra Nevada.
Asimismo, la ruta del castañar de Paterna, posiblemente el mejor castañar de la provincia de Almería, naturalizado desde el siglo XVI, discurre por una acequia tradicional de este paisaje alpujarreño y de origen árabe. Unas acequias que constituyeron uno de los paisajes rurales más sorprendentes de Europa: los regadíos de la Alpujarra Alta. Esta ruta permite además contemplar los barrancos de Amoladeras y Bermejos, de gran belleza, mientras que en la otra vertiente del barranco de este municipio es visible el Camino Real de la Sierra, que unía esta localidad de la Alpujarra con Huéneja, en el Zenete. Un recorrido de gran belleza con parajes sorprendentes. Unas rutas que son ineludibles para los amantes del senderismo.
En esta línea, el diputado de Turismo, Javier Aureliano García, ha destacado “la labor que desde el Servicio Provincial de Turismo de la Diputación de Almería se realiza para la promoción y difusión de los productos y recursos turísticos que tiene el interior de la provincia”. Asimismo, ha aprovechado esta oportunidad para invitar a los propios almerienses y visitantes potenciales a conocer los enclaves privilegiados del interior de la provincia y que protagonizan la campaña de promoción ‘Almería, piérdete en su interior’.