Abarrotado. El Patio de Luces de la Diputación se ha llenado, con público incluso de pie para escuchar las palabras de cuatro grandes del cine: Luis Tosar, Arturo Valls, Luisa Mayol y Silvia Alonso, que han transmitido su pasión por el cine. Ha sido un momento mágico, de amor por el cine, con los espectadores entregados, escuchando atentos, entre los que se encontraba Dani Rovira, Javier Veiga, Marta Hazas y David Broncano.
FICAL vive un momento mágico, de amor al cine, con un público entregado, en el que se encontraban, entre otros, Dani Rovira, Marta Hazas, Javier Veiga y David Broncano
Almudena Morales, diputada de Cultura y Cine, ha agradecido la afluencia de público. “Estamos en el segundo día de FICAL y es una alegría ver el Patio de Luces a rebosar de público. Os animo a seguir disfrutando del festival”. En esta línea, Enrique Iznaola, director del festival, afirma que “queremos acercar a los grandes profesionales del cine a todos los almerienses”.
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El coloquio ha sido moderado por Luis Alegre que ha ido proponiendo temas para que los asistentes conozcan un poco más a los protagonistas. La primera, cómo nació su pasión por la interpretación.
Luis Tosar recuerda que “comencé en el instituto. Hice una obra de teatro en el colegio y me gustó. Y en el instituto conecté con otro compañero de clase y hablamos de cine. Empezó el gusanillo y lo definitivo fue una profesora de Literatura., que detectó que leía bien y me propuso participar en el Aula de Teatro del instituto. Me tentó y para mí fue una epifanía total. Fue una sensación tan bonita que pensé que era lo mío.
A su lado, Luisa Mayol afirma que “lo mío con la interpretación es desde que nací. Tuve buenas notas y decidí estudiar periodismo, pero la escuela de teatro estaba al lado y pasaba más tiempo ahí. Trabajaba de periodista, pero estudiaba interpretación por la noche. Comencé con una serie infantil y a partir de ahí he continuado. Hoy pienso que no sé hacer otra cosa. He pasado momentos de angustia, de esperar, tiene lo suyo esta carrera, pero lo que siento cuando me toda ponerme en la piel de otro es inexplicable”.
Silvia Alonso bromea confesando que “no sé los motivos por los que me dedico a esto. Iba a estudiar historia. Estudiaba interpretación mientras estaba en la carrera de Periodismo. De repente, me di cuenta que no se me daba mal. Y tuve suerte que es un factor importante. Me salió una serie y a partir de ahí empecé a trabajar. Ha habido etapas en las que lo he pasado mal, otras muy bien, mi relación con la profesión ha ido evolucionando y ahora no sé muy bien en qué punto estoy, pero como ha dicho Luisa creo que no sé hacer otra cosa. Lo que tengo claro es que es donde más segura me siento”.
Por último, Arturo Valls confiesa que “no he tomado yo la decisión de ser actor, yo me lo encontré por el camino. No había una vocación, eso que te cuentan en las escuelas de interpretación de la vocación debe ser maravilloso. Para mí ha sido como la paternidad, me lo encontré de golpe. Desde la inconsciencia me propusieron ‘Cámera Café’ y al principio sentí el síndrome del impostor, pero después de varias películas ya me siento uno más”.
Arturo Valls ha sacado a la luz su vis cómica y ha contado de forma divertida su experiencia con Pedro Almodóvar, donde llegó a hacer una lectura de guión pero al final no participó en la película, algo similar que le ha sucedido a Luis Tosar, empatizando con Arturo. “Almodóvar es un espectacular director, pero tienes que ser consciente de los papeles que encajan con tu perfil”.
Luis Alegre ahora les ha llevado al otro extremo, a los momentos más difíciles vividos. Luis Tosar ha recordado su experiencia como actor en fiestas de cumpleaños, “donde llegó un momento que no pude más”. Luisa Mayol se trasladó de Chile a España y confiesa que “estuve mucho tiempo sin trabajar. Pongo mucha energía en los proyectos, pero el acento me impedía encajar en los personajes. Hasta que llegó una gran oportunidad, de alguien que confió en ti y aquí estoy”.
Silvia Alonso reconoce que “los noes me dolían mucho. Recuerdo que al principio me daba mucha ansiedad, hasta que reflexioné y me di cuenta que no podía tomármelo así, que tengo que verlo como un trabajo, y ya disfruto”.
Por último, Luis Alegre les ha preguntado por los momentos en los que más han gozado la profesión. Arturo Valls lo tiene claro, cuando produjo una película de José Luis Cuerda. “Rodamos el ultimo plano y la gente le dice poeta, y tuvo que desaparecer por la emoción. Un plató como lo viví con José Luis Cuerda no lo volveré a sentir más. Aparte de que sólo rodaba una o dos tomas, y era algo increíble de ver”
Luisa Mayol, que es esposa de Luis Tosar, asegura que “para mí el mejor momento fue cuando trabajé con Luis. Pero no lo digo por el aspecto afectivo, sino por su faceta profesional. Es la película Fatum. Lo digo desde la admiración profesional”.
Luis Tosar recuerda con emoción cuando presentaron la película ‘Los lunes al sol’ en el Festival de Cine de San Sebastián “y el público nos hizo un pasillo aplaudiendo”. Y, dentro de un rodaje de ‘Maixavel’ con Blanca Portillo. “Blanca le propuso a la directora, Iciar Bollaín, que no nos conociéramos hasta el rodaje, Icíar me lo contó y fue espectacular llegar al set de rodaje para esa escena. Todo el mundo entendía que era un momento clave, y el respeto y complicidad que se vivió fueron mágicos. De repente sentimos toda una energía, que todavía recuerdo”.
Silvia Alonso ha sido más práctica y recuerda con alegría “mi primera nómina. Fue en ‘Tierra de Lobos’ y es cuando ratifiqué que podía vivir de la interpretación. A lo largo de mi carrera he tenido pequeños momentos, días mágicos, pero esa primera nómina fue especial por el hecho de confirmar que me pagaban por hacer lo que más me gusta”.
Ha sido casi hora y media de amor por el cine, una comunión entre los actores, actrices y el público, en una ciudad que es tierra de cine. Cortos, largos, series, cine. Almería.
