El 15 de noviembre, es el día escogido por la Organización Mundial de la Salud, para celebrar el Día Mundial Sin Alcohol con objeto de sensibilizar a la población con respecto al consumo de esta droga que, aunque legal, es una de las que más problemas causa. Con el objetivo de concienciar a los padres con respecto a este problemática, el Servicio Provincial de Drogodependencias de la Diputación va a lanzar una campaña de información, a través de la difusión de una carta dirigida a los progenitores, en la que se dan a conocer los riesgos del consumo en los jóvenes y se aconseja sobre distintas medidas a observar para evitarlo.
La diputada de Bienestar Social, Almudena Valentín, ha explicado que la Diputación va a distribuir unas 5000 misivas a través de asociaciones, ayuntamientos, centros de Servicios Sociales y otros organismos, en los diferentes municipios de la provincia.
Esta campaña se integra dentro de las actuaciones del Área de Prevención del Servicio Provincial de Drogodependencias desde donde se realiza un programa integral de actividades que abarca la prevención de adicciones desde diferentes ámbitos y con diversos colectivos, entre los que destacan jóvenes y familias, con la finalidad de evitar el consumo de drogas, el desarrollo de cualquier tipo de adicción, retrasar la edad de inicio en el uso de drogas legales y fomentar el consumo responsable entre la población adulta.
El alcoholismo es una adicción y una enfermedad, que precisa atención sanitaria, pero también el uso abusivo del alcohol con fines recreativos puede tener graves consecuencias, especialmente para los jóvenes.
El uso nocivo del alcohol ocupa el tercer lugar entre los factores de riesgo de muerte prematura y discapacidad a nivel mundial y una proporción considerable corresponde a personas jóvenes. El ocio entre los más jóvenes se asocia, mayoritariamente, al consumo abusivo de alcohol y otras drogas observándose una baja percepción del riesgo asociado a estos consumos. Un dato preocupante es el de la edad de inicio en el consumo, que se sitúa entre los 13 y los 14 años.
Consumo en la adolescencia
El consumo de alcohol en la adolescencia puede afectar gravemente a la salud física y psicológica a corto y a largo plazo. Por otra parte, en la mayoría de los accidentes de tráfico en los que se ven involucradas personas jóvenes, está detrás el consumo de drogas y alcohol.
Es especialmente importante, en la prevención del consumo de alcohol, el papel de los padres y madres, de cara a procurar las mejores condiciones para que los hijos e hijas se desarrollen en un ambiente familiar saludable que favorezca su equilibrado desarrollo, pero también es necesario que los padres realicen una tarea de supervisión de las actividades de sus hijos, intentando evitar y controlar posibles consumos de alcohol en los menores.