Gracias a la estrecha colaboración entre el Festival Internacional de Cine de Almería y Fundación La Caixa, un centenar de estudiantes de La Salle y un grupo de personas de la Asociación El Timón ha visto esta mañana el documental ‘Concha Robles. El precio de la libertad’. Un largometraje de producción almeriense que pone en valor la figura de la artista y su trágico final, víctima de la violencia contra la mujer de la que, precisamente, se conmemorará el día el próximo 25 de noviembre.

Un centenar de estudiantes y personas de la Asociación El Timón han asistido a la proyección del documental y posterior coloquio, más idóneo si cabe por la cercanía de la conmemoración del 25-N

La coordinadora de Bachillerato de La Salle, Mª Carmen Anguita ha presentado la proyección acompañada por Inmaculada Martín y Carolina Nieto, directora y subdirectora de la oficina de La Caixa en Obispo Orberá, además de dos de los representantes de la productora Un Nuevo Renacer, Ignacio Mañas y Antonio Casado. 

 

La profesora de La Salle ha agradecido tanto a FICAL como a La Caixa la oportunidad de formar parte de la edición de este año, gracias a esa apartado que apuesta por la formación de los más jóvenes, en virtud del acuerdo entre la Fundación La Caixa y FICAL, que se suma además a la de FICAL Social. “Es una película que ha cosechado ya cinco premios y seleccionado en más de veinte festivales”, ha apuntado.

 

Por su parte, Antonio Casado ha comenzado preguntando al alumnado si sabían quién era Concha Robles. Ante la mayoría de negativas, Casado ha asegurado que “es lo que da sentido a nuestro trabajo porque queremos que todo el mundo en Almería sepa quién era Concha Robles y por lo que pasó, con acoso y violencia de género hasta su trágico asesinato en el Teatro Cervantes”. 

 

La sinopsis del documental, que cuenta con la dirección, coproducción, guion, fotografía y música de David Miralles, es la siguiente: En 1922, el Teatro Cervantes de Almería agotó todas sus localidades para la función de Santa Isabel de Ceres. Su protagonista, Conchita Robles, se preparaba para salir a escena cuando su marido, el comandante Carlos Berdugo, la asesinó entre bastidores ante un público que confundió los disparos con parte de la obra. 

 

Años atrás, una adivina le había advertido que se guardara del verdugo. Convertida en una actriz de éxito, Conchita había abandonado el teatro por imposición de su esposo, pero alentada por su amiga Carmen de Burgos (Colombine), pidió el divorcio y volvió a los escenarios. Su regreso selló su destino y la convirtió en símbolo trágico de la lucha de las mujeres por su libertad.