La comarca de los Vélez tiene mucho más que ofrecer aparte de la bella imagen de postal de sus pueblos blancos. A la belleza natural de esta zona hay que añadir la de las construcciones del hombre, que han hecho de éste un lugar ideal para el turismo cultural. El paso de íberos, romanos, visigodos o musulmanes por la región ha dejado su impronta en la actualidad.

«Además del popular Castillo de Vélez- Blanco, esta comarca cuenta con muchas más construcciones de gran interés turístico, cultural y arquitectónico»

Quizá el Castillo de Vélez- Blanco sea el monumento más popular de esta comarca, y no es para menos. Este castillo- fortaleza del siglo XVI, declarado Bien de Interés Cultural y Patrimonio Histórico- Artístico, es internacionalmente conocido, entre otros motivos debido a que su patio de mármol blanco se encuentra expuesto íntegramente en el Museo Metropolitano de Nueva York. También sus frisos de los trabajos de Hércules pueden contemplarse en París, aunque lo más espectacular y representativo del Castillo, su propia construcción; se mantiene en perfecto estado en su localización original. Así, su Torre del Homenaje, de casi veinticinco metros de altura, es el elemento más emblemático del Castillo y símbolo del poder de su propietario sobre todo su señorío.
Otro símbolo del esplendor de otras épocas son las mansiones señoriales de piedra y ladrillo, de influencia barroca, que se sitúan en las principales calles de la ciudad; destacando la Casa de los Bañones o Casa de los Arcos, construida entre los siglos XVIII y XIX.
Pero remontándonos aún más atrás, vemos que Vélez- Blanco tiene aún muchas influencias de otras culturas. Por ejemplo, conserva casi intacta la estructura urbana de su época musulmana, destacando el Barrio de la Morería y muchas fuentes de gran interés, como las de los Caños de la Novia, Cinco Caños, Caños de Caravaca o Caños del Mesón.
Veléz- Rubio tiene una mezcla de culturas similar: destacan su arquitectura doméstica y de casas señoriales, de influencia barroca y forja en balcones y ventanas, así como modernistas o historicistas; y también su herencia musulmana, de la cual se conservan restos de una alcazaba y un aljibe interior.
La Iglesia de la Encarnación, templo del s. XVIII, es el máximo exponente del barroco religioso almeriense. Fue declarada Monumento Nacional en 1982 y de ella destaca su fachada ornamentada, sus dos altas torres cuadradas y el retablo interior con motivos rococó. El Convento de la Inmaculada y su iglesia también son buenas muestras del Barroco, así como el antiguo Hospital Real, del s. XVIII, que hoy alberga el Museo Comarcal Velezano ‘Miguel Guirao’.
El diputado de Turismo y Vicepresidente de la Diputación Provincial, Javier A. García, comenta que “el patrimonio arquitectónico de la comarca de los Vélez es de un valor incalculable, pero no debemos quedarnos solo con los grandes monumentos. La arquitectura popular de todos estos pueblos y su perfil inconfundible de pueblos blancos es también un gran valor y reclamo turístico”.
Efectivamente, muy curiosa es la importancia de la arquitectura popular de la comarca. Existe un gran contraste entre las localidades monumentales y más modernistas anteriores y los pueblos de María y Chirivel, también con su cultura arquitectónica propia, aunque más desconocida. La típica imagen de las casitas blancas adornadas con flores al pie de las montañas y de calles estrechas y empinadas es una de las más características de estos pueblos de la sierra.
Los monumentos arquitectónicos dedicados al agua también ocupan un lugar preponderante en esta comarca. Además de los aljibes, lavaderos, molinos hidráulicos y acueductos; las fuentes, antes ya mencionadas, son un elemento fundamental de estos pueblos.