Uno de los vestigios históricos más atractivos que se asoma al litoral almeriense son las antiguas torres vigías y faros que defendieron nuestra costa de los ataques de piratas y berberiscos y guiaban a los viajeros hasta tierra firme.
De poniente a levante, son varias las construcciones que guían al viajero desde Adra hasta Garrucha. Así, entre los elementos que conforman el patrimonio arquitectónico característico de estos municipios destacan los faros y torres almenaras como el Faro de Adra, la Torre de los Perdigones y la Torre Vigía de Guainos.
A 20 kilómetros al este de Adra, en El Ejido, en la playa de Punta de los Baños se ubica un blanco faro semejante a un trampolín o una palanca de saltos. Una torre cuadrangular de 22 metros coronada por una plataforma volada cuya luz ayuda a los navegantes a sortear el bajo de Culo de Perro.
En Roquetas de Mar se localiza el Faro de Roquetas, construido en 1863 y que estuvo en servicio hasta mediados del siglo XX. El siguiente faro, el de San Telmo, luce desde 1976 en lo alto del castillo del mismo nombre, una pequeña fortaleza del siglo XVIII; en la capital se encuentra el Faro de Almería, inaugurado en 1925 y conocido como ‘luz de babor del puerto’. En las inmediaciones de Retamar se encuentra la ermita de Torre García donde en 1502 fue hallada la imagen de la Virgen del Mar proveniente de los restos de un naufragio y nombrada patrona de la ciudad.
Avanzando hacia la zona de levante, en Cabo de Gata-Níjar destaca el Faro de Cabo de Gata, construido en 1863 y consolidado como uno de los miradores más atractivos del litoral almeriense gracias a su conocido ‘Arrecife de las Sirenas’.
Y del faro más antiguo, al más reciente, el de la Polacra, en Rodalquilar, que entró en servicio en septiembre de 1991. Siguiendo este recorrido, el visitante podrán encontrar la Torre de los Lobos, una atalaya construida en el siglo XVIII para prevenir los ataques de los piratas y que sirve de peana a este faro que, además de ser el más joven de la provincia, es el más alto de España, con 265 metros de altura y desde el que se domina todo el Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar.
Al llegar a Carboneras se encuentran la Torre del Rayo, el Faro y la Torre de Mesa Roldán. Y en Garrucha, otro de los municipios almerienses caracterizados por su riqueza patrimonial, destaca el Faro Urbano de Garrucha, inaugurado en 1881 y las torres vigías próximas a la desembocadura del río Almanzora y el Castillo de Jesús Nazareno, recientemente habilitado y utilizado como Centro de Interpretación de la Pesca.
Un rico patrimonio histórico y cultural al que se suma la gran riqueza que ‘Costa de Almería’ tiene en el plano ambiental en el que destacan enclaves de gran valor ecológico y natural como la Albufera de Adra, declarada Reserva Natural en 1989, la Reserva Natural de Punta Entinas-Sabinar y el Parque Natural de Cabo de Gata con una costa acantilada de pequeñas calas y con playas arenosas y amplias. Además, en sus aguas se encuentra una de las praderas de posidonia oceánica mejor conservadas de todo el litoral mediterráneo.