Uno de los elementos patrimoniales e históricos más interesantes que el destino ‘Costa de Almería’ pone a disposición de los turistas son sus castillos y torres junto al litoral,
antiguas fortalezas que sirvieron durante años para que la provincia se defendiera de los saqueos por parte de los piratas y de los intentos de invasión.
Los Siglos XVI y XVII fueron los más activos a la hora de construir estas edificaciones, al convertirse Almería en un punto estratégico del Mediterráneo, muy atractivo para el abastecimiento o para conseguir importante botines mediante el hurto. Ante esta situación comenzaron a proliferar los castillos y torres que, con el paso de los años, cambiaron su función original para convertirse en un gran atractivo por su belleza y sus elementos originales con respecto a los que se construyeron en otras zonas de la costa española.
En el Poniente, el Castillo de Guardias Viejas es una visita obligada, muestra de una zona que, desde el Imperio Romano, se convirtió en una ruta casi imprescindible para quienes vivían del mar, de una u otra forma. De más antigüedad es la Torre de los Cerrillos, que durante la época de Felipe II fue construida con una marcada finalidad defensiva.
En muy buen estado y con un amplio programa de visitas, el Castillo de Santa Ana es uno de los grandes reclamos turísticos de Roquetas de Mar. Su origen data del Siglo XVI y su construcción obedeció a los intentos por frenar los robos de sal que eran muy habituales en esta zona. El consistorio roquetero emprendió una ambiciosa restauración de este castillo que se culminó en el año 2003 y que ha permitido ponerlo a disposición de vecinos y turistas y dotarlo de contenidos culturales.
La Torre de Balerma está integrada en pleno casco urbano de esta pedanía ejidense y formó parte, en el Siglo XVIII, de un complejo sistema para defender el Reino de Granada. Su función fue proteger la zona litoral comprendida entre Los Cerrillos y Guardias Viejas. De la Torre de la Garita, en Dalías, aún quedan vestigios que pueden ser visitados de una construcción musulmana que emergió tras el nombramiento de Almería como medina por parte de Abd-Rahman III.
En la capital almeriense, se pueden encontrar magníficas defensas de la etapa musulmana y torres levantadas con posterioridad. Un buen ejemplo es la Torre del Perdigal que data del Siglo XVI y que durante la Guerra Civil española ejerció de refugio antiaéreo. Por su parte, Torre García se mantiene en un gran estado de conservación, tras ser restaurada en 1998 y es un aliciente más del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar. La Torre de Cárdenas es el símbolo de todo un barrio y una frontera imaginaria entre la capital y Huércal de Almería. Se trata de una estructura militar muy dotada para tareas de vigilancia.
El Castillo de San Felipe, en Los Escullos, es uno de los mejores conservados de la provincia de Almería y fue clave en la defensa marítima de Almerñia, como el Castillo de San Ramón y el Castillo de San Pedro, también ubicados en pleno Parque Natural de Cabo de Gata. Mesa Roldán, construida por Carlos III, fue el origen de la construcción de torres-baterías y dio lugar a la Ruta de los Piratas. La Torre Blanca, muy cerca de San José, ha tenido una trayectoria azarosa, siendo destruida y reconstruida en diferentes ocasiones a lo largo de la historia.
En el Levante almeriense el Castillo de San Andrés es uno de los grandes atractivos que ofrece Carboneras, en pleno centro del municipio y junto al Paseo Marítimo. Construido por el Marqués del Carpio en el Siglo XVI ante la sublevación morisca, su reciente restauración le ha convertido en un referente por su gran actividad, con exposiciones, visitas de colegios, actos institucionales o actuaciones musicales. En Mojácar, la Torre del Pirulico se encuentra en un enclave muy interesante, encima de un peñón, elevándose sobre el mar en Playa Macenas. Huércal-Overa también cuenta con buenos ejemplos de estos vestígios históricos, con su Torreón y los Castillos de Úrcal y Santa Barbara, con los que se reforzó la defensa entre Granada y Lorca. Este recorrido se puede terminar, antes de entrar en Murcia, en el Castillo de San Juan de los Terreros, una fortaleza que fue la última del Reino de Granada y en el que un cabo y tres soldados se ocupaban de su defensa. En la actualidad es Centro de Interpretación del Litoral Andaluz.
El vicepresidente de la Diputación Provincial, Javier A. García, asegura que “es muy interesante realizar este recorrido por los castillos y torres del litoral almeriense ya que nos permite disfrutar de fantásticas edificaciones llenas de historia y que tienen un valor extraordinario para nuestra provincia”.