Director y guionista, licenciado en Arte Dramático en la especialidad de Interpretación por la ESAD de Málaga y diplomado en la especialidad de Guion en la Escuela de Cinematografía y del Audiovisual de Madrid, Ramón Salazar ha sido hoy el protagonista de la actividad ‘¿Cómo hice mi primer largo’, una de las consolidadas iniciativas complementarias del Festival Internacional de Cine de Almería (FICAL), que cada año se desarrolla en el IES Albaida de la capital.

Se trata de una de las actividades paralelas más consolidadas de FICAL, en la que un director de prestigio comparte con los estudiantes sus inicios en el mundo del audiovisual

En su currículum creativo aparece el exitoso corto ‘Hongos’, que le abrió las puertas a la escena, y lo que le llevó a debutar con ‘Piedras’ (2002), por la que fue nominado al Goya a la Mejor Dirección Novel. Años más tarde su última película es ‘La enfermedad del domingo’ (2018) y, por el camino, también ha escrito los guiones de ‘Tres metros sobre el cielo’ (2010) y ‘Tengo ganas de ti’ (2012), nominadas al Goya al Mejor Guion Adaptado. En televisión ha dirigido las exitosas ‘Vis a Vis’ y ‘Élite’.

Sobre la idoneidad de esta actividad, Ramón Salazar confiesa que “siempre que me proponen algo así pienso que es lo que a mí me hubiera gustado cuando estaba estudiando, cuando estaba en el instituto y pensaba que me quería dedicar a esto, escuchar de viva voz de gente que trabaja en la profesión. Cómo se accede y se mueve internamente el trabajo audiovisual. Por eso me apetecía retrotraerme, recordar y contar cómo fue esa primera experiencia. Siempre es interesante compartir eso”.

En el caso de Salazar, los comienzos fueron veloces, ya que con la promoción de ‘Hongos’, su primer cortometraje, ya llegó la financiación para ‘Piedras’, su primer largo. Incluso antes de que tuviese la historia completa en su mente. “Sorprendentemente no costó encontrar el apoyo financiero. Fue como una continuación que empezó con el éxito imprevisto de ‘Hongos’, el cortometraje, que hicimos cuando todavía todo el equipo estábamos en la escuela de cine y nos sorprendió el recorrido que tuvo el corto en muchos festivales y con muchos premios. El guion de la película me lo fui inventando a medida que me iban preguntando en los festivales. En cada uno me inventaba un poco más y al final con todas esas ‘mentiras’ que fui contando me tuve que inventar la historia”, bromea.

En una conferencia en la que es necesario dar a los futuros profesionales del audiovisual un mensaje de ánimo, Ramón Salazar considera que es clave mantener la ilusión y la constancia. “Creo que, desde luego, la ilusión es importante porque todavía estás intentando meterte en el mundillo y vas viendo cómo otra gente va entrando y tú no, entonces no se puede perder esas ganas porque en ese trayecto se pierde mucha gente. Y luego es una cuestión clara de constancia. Y, en mi caso, toda la década anterior, que fue un momento de grave crisis en cuanto a producción, lo que no hay que hacer es parar de producir, de escribir. Ese hace que te abras a otras ramas. Yo estuve haciendo adaptaciones, como ‘Tres Metros Sobre El Cielo’, mientras no dirigía. Es seguir en la constancia y moverte y abrir un poco el abanico a lo que te puedes dedicar sin centrarse en una sola cosa”, concluye.