Capacidad para tomar decisiones y mucha humildad a la hora de escuchar a personas con criterio cuando estás empezando. El director Juanma Bajo Ulloa ha sido el protagonista este año de la actividad paralela de FICAL ‘Cómo hice mi primer largo’, sucediendo así a una ilustre nómina de directores como Montxo Armendáriz, Gracia Querejeta, Fernando León de Aranoa o Ramón Salazar. El Teatro Cervantes se ha llenado con doscientos estudiantes relacionados con la imagen y el sonido y también de la Escuela de Artes que han conocido de primera mano sus inicios y consultado sus dudas.
El director vitoriano recuerda con alumnado de imagen y sonido y de la Escuela de Artes sus inicios en el mundo del cine y el paso de lo amateur a lo profesional
Que desde que llegara a las inmediaciones del Teatro Cervantes y al entrar en su interior grabara planos y distintos encuadres con su teléfono móvil dice mucho de la pasional forma de entender la vida que tiene Juanma Bajo Ulloa. Un director que hace treinta años se convertía en el realizador más joven en ganar el Festival de Cine de San Sebastián con ‘Alas de mariposa’. Por esta cinta obtendría también el Premio Goya a la Mejor Dirección Novel y al Mejor Guion Original, siendo el director más importante de su generación y, en nuestros días, sigue sorprendiendo con cada nueva propuesta.
Para situar a los oyentes, el director vasco se ha retrotraído a sus primeros cortometrajes amateur, “grababa en super 8 y los cartuchos apenas eran de dos minutos y medio, tenías que tener muy claro qué grabar porque cuando le dabas la película se te iba en nada”. También ha recordado la primera vez que uno de sus cortos se proyectó en una gran pantalla, “ante 200 personas que no conocía de nada y que se rieron cuando había que hacerlo y que se emocionaron cuando yo quería emocionar. En ese momento me di cuenta de que podía conectar con el público, que sabía transmitir y hacer llegar lo que quería expresar”.
De manera autodidacta y haciendo poco a poco un grupo de compañeros que también amaban el cine, Bajo Ulloa fue grabando nuevos cortometrajes (a los 17 años funda su propia productora cinematográfica, Gasteizko Zinema), hasta que en 1989 rueda con 21 años, ‘El Reino de Víctor’, que obtiene el primer Goya de la Academia Española de Cinematografía concedido a un cortometraje. “Ese premio me permitió conocer a Fernando Trueba, que en aquel momento era la única persona profesional del cine a la que tenía acceso”. Fue a él a quien le comentó la idea de su próximo proyecto, el largometraje que finalmente acabaría siendo ‘Alas de mariposa’.
El proceso no fue nada fácil. Para empezar Trueba le ‘alertó’ de que hacer la película con un productor significaría perder libertad creativa en cuanto a los actores y el desarrollo de la historia. Juanma apostó por los recursos propios para garantizar su independencia lo que le acabó llevando a hipotecar su casa debido a que el rodaje se duplicó el tiempo previsto, de 6 a 12 semanas. “Me equivoqué con el director de fotografía. Yo no conocía qué era lo normal y tardábamos tres horas en grabar un plano. Si en un día tenía previsto grabar ocho, hacíamos cuatro. Al final, lo acabé despidiendo porque en ocho semanas tenía solo la mitad de la película. Traje uno de Barcelona que en 4 semanas hizo lo mismo que el anterior en ocho”.
Una vez finalizada la película, Ulloa enseñó el primer montaje, de casi dos horas, a Fernando Trueba, que le aconsejó prescindir del personaje que interpretaba Karra Elejalde, 12 minutos de película. “Es un golpe a tu ego muy grande, para el que no se está preparado. Que alguien te diga que sobran 12 minutos de película para lo que has tardado diez días en grabar, más luego montarlo, que son miles de pesetas de las de entonces, después de haber hipotecado tu casa, es muy duro”.
Finalmente, acabó haciéndole caso y una vez finalizada la versión definitiva llegó el nuevo golpe de realidad. “No eres conocido, tu película no tiene grandes estrellas del momento y es una tragedia muy dura… No vas a estrenarla, salvo que ganes el Festival de San Sebastián”, le dijo Trueba. Dicho y hecho. La película fue premiada y acabó entrando en el circuito comercial y permitiendo a Bajo Ulloa seguir haciendo películas, la siguiente ‘La madre muerta’, protagonizada precisamente por Karra.
Sobre los estrenos, Juanma ha sido muy sincero con los presentes. “En España se graban entre 100 y 120 películas de ficción al año. De ellas la mitad no llega a los cines. De esa mitad otro tanto es un fracaso y no las ve nadie. De lo que quedan a la mitad les va bien y solo dos o tres son considerados ‘éxitos’. El mundo del cine es un negocio de enorme riesgo, comercial, industrial y artístico”, ha asegurado.
Por suerte, Juanma Bajo Ulloa ha podido seguir narrando historias al público, “me encanta contar cosas pero es el cine lo que me permite ser capaz de transmitir las emociones que quiero”. Su filmografía incluye propuestas como ‘La Madre Muerta’ (1992), ‘Airbag’, que fue récord histórico de taquilla en 1996 e inauguró el género de comedia gamberra en España, ‘Frágil’, ‘Historia de un grupo de Rock’, ‘Rey gitano’ y ‘Baby’, por el que ha conseguido una nominación al Goya como Mejor Director, además de realizar numerosos videoclips y cortometrajes.