Si hay una seña de identidad propia del destino ‘Costa de Almería’, esa es el Indalo. Figura de origen ancestral ubicada en la falda del Maimón, en la Cueva de los Letreros de Vélez Blanco,

Figura de origen ancestral ubicada en la Cueva de los Letreros (Velez-Blanco) se ha forjado con el paso de los siglos como toda una seña de identidad de la provincia conocida en el mundo entero

descubierta en 1868 por el almeriense Manuel de Góngora y Martínez, el Indalo representa una figura humana con los brazos extendidos y un arco sobre sus manos.

De su origen y su nombre se ha escrito mucho con el paso de los siglos, aunque si hay algo en lo que coinciden todos los autores es que este símbolo bautizado con el nombre de Indalo refleja un poder superior que protege y ampara de los posibles riesgos que pudieran acechar a personas y lugares, así como de posibles males.

Este carismático emblema fue adoptado por un grupo de escritores, poetas, arqueólogos y especialmente pintores, que buscaban una seña de identidad y la forjaron bajo el movimiento ‘Indaliano’

Para los Indalianos, la interpretación de este símbolo representaba varias posibilidades: un cazador con su arco extendido, un ídolo en el sentido religioso ó el dibujo de un hombre con un arco iris en señal de protección de los malos espíritus o males terrestres. El pintor y escultor almeriense Jesús de Perceval, máximo exponente del movimiento ‘Indaliano’, tomó este último significado.

En cuanto a su nombre, este símbolo tomó su denominación derivado del nombre Indalecio, patrón de la ciudad de Almería. Su nomenclatura encierra del lenguaje ibero el sufijo ‘Indal’ que significa dios grande, fuerte, poderoso y protector ó bien ‘mensajero de los dioses’.

Durante siglos, antes de su catalogación oficial, el Indalo fue símbolo de buena suerte y considerado un tótem en el norte y levante de la provincia de Almería, especialmente en Mojácar, donde lo pintaban con almagre para proteger las casas de las tormentas y el mal de ojo. Se le llamaba el «muñequillo mojaquero».

Así, el Indalo, vive entre nosotros, arraigado a esta provincia en general, y a Mojácar en particular, desde hace miles de años. Este símbolo ha llevado el nombre de Almería por todo el mundo. Hoy continúa representado en nuestra artesanía, en los muros de nuestras casas, protegiendo nuestros coches o suscitando la curiosidad y la simpatía de nuestros visitantes.

Una de sus múltiples interpretaciones le ha llevado a ser la imagen del Servicio Provincial de Turismo de la Diputación de Almería y logotipo de la marca ‘Costa de Almería’. Imagen que viaja en todas y cada una de las acciones que la institución hace tanto en territorio nacional como internacional y que incluso, forma parte de eventos a gran escala como la gira del artista almeriense David Bisbal en el que lleva la imagen y el nombre de Almería por el mundo entero.