El arquitecto Ramón de Torres López ha sido el encargado con la conferencia ‘Interdisciplina y poética’ de cerrar el III Ciclo ‘Tres arquitectos contemporáneos de Almería en diálogo con el patrimonio: Castillo, Blanes y de Torres’ organizado por el Instituto de Estudios Almerienses. La última conferencia tuvo lugar en el Yacimiento Arqueológico Barrio Andalusí de la calle Fernández.

El conocido arquitecto expuso una serie de conceptos esenciales que recorren de forma transversal su trayectoria en el diseño de edificaciones

De Torres expuso una serie de conceptos esenciales que recorren transversalmente su trayectoria profesional y su aplicación en una serie de proyectos representativos. Dentro de su producción arquitectónica merece destacarse la labor rehabilitadora y restauradora de los edificios y espacios más emblemáticos de la ciudad, entre otros, la Catedral, la Alcazaba, el Cargadero de mineral “El Alquife”, la casa de José Ángel Valente, la Casa del Cine, la casa Fischer, la sede de la hermandad del Prendimiento, el museo de arte Doña Pakyta y el Yacimiento Arqueológico Barrio Andalusí.

También ha tenido el privilegio de dirigir el desarrollo del Plan Especial de Reforma Interior de La Chanca y coordinar el Programa de Cooperación Internacional en la Medina de Tetuán (Marruecos), dos trabajos que han obtenido el reconocimiento internacional al ser calificados como PRÁCTICA-BEST por Naciones Unidas en el año 2000 y 2014 respectivamente, en los Concursos Internacionales de Buenas Prácticas.

Valente y Goytisolo
“El conjunto de proyectos de mi experiencia arquitectónica es el resultado de un intenso proceso reflexivo, que compone un cuerpo teórico-práctico de investigaciones, publicaciones, escritos, conferencias, dibujos crítico-analíticos y obras. Un esfuerzo coherente y perseverante propio de la investigación arquitectónica. En la fusión de la teoría y la práctica gravita con particular intensidad la estrecha relación mantenida con José Ángel Valente y con Juan Goytisolo, figuras fundamentales de la cultura española con proyección internacional”, apunta Ramón de Torres.

“Esta relación simultánea con el poeta y con el escritor me convierte en testigo excepcional de su profunda relación de amistad y del influjo mutuo que cala en sus fructíferos descensos hacia los territorios de la mística cristiana, judía, musulmana e hindú. Ambos me dieron la oportunidad de trabajar en la rehabilitación de sus casas, la de Valente en Almería y la de Goytisolo en Marrakech”, sostiene.

“Juan Goytisolo es una referencia imprescindible en el desarrollo del PERI de La Chanca y del Programa de Cooperación en la Medina de Tetuán. Mi amistad con Valente se acrecentó a partir de la rehabilitación de su casa, y mi estudio pasó a ser un asiduo lugar de trabajo para él, donde mantuvimos interminables conversaciones en torno al mundo compartido de la creación, como encuentro entre la palabra poética y la poética arquitectónica”, rememora el arquitecto.

“Valente también colaboró en determinados proyectos de mi estudio. Aportó ideas para La Chanca, apoyó las investigaciones sobre el conocimiento simbólico de la piedra, material esencial de las fábricas de la catedral, alcazaba y cargadero de mineral, con el objetivo de definir los tratamientos de conservación y restauración. En la Medina de Tetuán participó en las publicaciones y en el Programa de rehabilitación de viviendas y edificios públicos, resaltando la continuidad de modos de vida y de pensamiento entre Andalucía y el Magreb en una estética de «vasos comunicantes». Defendió el proyecto del Cargadero desvelando sus valores estéticos, culturales e históricos, como obra de referencia para la arquitectura contemporánea”, sostiene.

En la conferencia, Ramón de Torres resaltó varias reflexiones o principios conceptuales -interdisciplina, contemporaneidad del pasado, documento/monumento y poética de lo fragmentario-, con el sentido de que cada reflexión se extiende en las otras y forma parte de la estructura transversal del conjunto de su obra. Con este enfoque expuso unos proyectos representativos.

También habló de la cultura como factor de vertebración social. “El desarrollo del Plan Especial de Reforma Interior de La Chanca se configura como una estrategia de procesos sociales con una perspectiva de integración de las acciones y su sostenibilidad. El acceso a una vivienda digna, la salud, la educación, el trabajo y la formación ocupacional son objetivos prioritarios. El proceso de dinamización cultural, impulsado por la Asociación de Vecinos La Traíña, es un elemento clave de la estrategia. Supone atribuir al teatro, la música, la fotografía, la literatura, el pensamiento y las semanas culturales la cualidad de generar valores significativos que refuerzan la vertebración social como acto fundante del proceso de cambio”, resaltaba el arquitecto.

En su charla se refirió al proyecto de conservación y restauración del Yacimiento Arqueológico Barrio Andalusí de la Calle Fernández del que subrayó “se concibe como una acción poética, que trata de hacer interactuar y multiplicar la triple racionalidad: lógica interna, sentido y verdad. La lógica constructiva, funcional y formal se recarga de sentido con referencias a la cultura andalusí que caracteriza la memoria del lugar. El proyecto pretende encontrar la verdad de la razón colectiva en su compromiso con la ciudad, expresado con la recuperación del yacimiento arqueológico exhumado, con la implantación de un nuevo itinerario cultural y con la recuperación de un nuevo espacio público”.

“Aún están pendientes de ejecutar los trabajos de jardinería asociados a las tapias y muros coloreados que conforman la envolvente exterior del conjunto. Con ello se fusionarían los elementos naturales con los artificiales que caracterizan la jardinería andalusí, convirtiendo el muro exterior de protección de los restos en un pabellón calado, a modo de “velo verde”, integrado en el paisaje preexistente de muros y taludes vegetales independientes”, recalcó.

En cuanto al proyecto de restauración del cargadero “El Alquife” reconoce sus valores patrimoniales y lo sitúa en la misma línea de valores estéticos a los que pertenecen obras tan representativas de una fase capital en el desarrollo de lo moderno como la torre Eiffel o la Estatua de la Libertad. “Símbolo de la fachada marítima de la ciudad y eje vertebrador de su entorno urbano, el proyecto convertirá su plataforma de acceso en un mirador excepcional al dibujar una mirada sobre el horizonte marino, mirada que surge enraizada en las entrañas de la tierra, en las minas de Alquife. El Cargadero es un signo puro abierto a todos los tiempos, a todas las miradas, a todos los sentidos”, dijo.