Son muchas las características que hacen de ‘Costa de Almería’ un destino especial e incomparable que destaca por su pluralidad y variedad paisajística. A lo largo de su extensión, se pueden encontrar desde playas vírgenes y estampas costeras inigualables, hasta zonas de montaña con un encanto especial.

El invierno ha llegado con fuerza a nuestra provincia y con un firme propósito: multiplicar la oferta de turismo activo con propuestas para disfrutar de los deportes más típicos de la época invernal

Si eres un apasionado de la nieve, en las cumbres de nuestra provincia podrás disfrutar de actividades típicas de la época invernal o, simplemente, encontrar ese rincón nevado en el que tanto apetece disfrutar en invierno, eso sí, con el fuego de una chimenea por delante. Buen ejemplo de ello son los paisajes que ya visten de blanco la provincia y que abarcan desde el Valle del Almanzora hasta la Comarca de Los Vélez.

En la Comarca de los Vélez la nieve también visita sus cuatro municipios, aunque destaca el pueblo de María, municipio situado a unos 170 kilómetros de la capital donde nieva cada invierno gracias a que está situado a 1190 metros de altitud. Un privilegio del que no es el único protagonista, en la Comarca del Almanzora la nieve va ocupando también territorio almeriense. Desde Oria hasta Albanchez, pasando por las canteras que dieron el sobrenombre de ‘Comarca del Mármol’ a esta zona, el termómetro baja en esta época del año con un frío que permite curar embutidos y jamones como los que se producen en Serón, haciéndolos un manjar único no sólo en nuestra provincia, sino en el mundo entero.

Continuamos nuestra ruta por los paisajes blancos de la provincia hasta la Comarca de Filabres-Alhamilla. Y es que el humo de las chimeneas anuncia que nos encontramos en Tahal. Uno de los pueblos de esta comarca que suele ver la recoleta plaza de su iglesia, cubierta por un manto blanco.

Ya en la Alpujarra, la nieve continúa dejando su huella entre sus municipios más occidentales acostumbrados ya a ver nevar por sus calles, como en Laujar de Andarax, conocida como ‘la puerta de entrada a la Alpujarra Almeriense’ que comparte, por la ladera sur, las vistas a la conocida Sierra Nevada.

Puerto de la Ragua, una estación de esquí de fondo

En este paseo invernal por la provincia no puede faltar el Puerto de la Ragua, donde podemos encontrar infraestructura para practicar varios deportes de nieve. Enclavado en el Parque Nacional de Sierra Nevada, a caballo entre las provincias de Almería y Granada, el Puerto de La Ragua es un paso natural entre dos comarcas que han sabido conservar intactas, pese al paso de los siglos, sus costumbres, sus tradiciones y su estilo de vida.

Considerada como una de las estaciones de esquí de fondo de Andalucía, el Puerto de la Ragua ha albergado con todo éxito competiciones de esquí de fondo puntuables para eventos tan destacados como el Campeonato de España y de Andalucía, así como competiciones de tiro de trineos con perros, para el Campeonato de España y para la liga levantina.

El espacio natural que este entorno recoge sigue siendo uno de los lugares más vírgenes y desconocidos de todo el Parque Nacional de Sierra Nevada. Su gran extensión de bosques, ríos de aguas transparentes, valores ecológicos, valles que permanecen húmedos y frescos, configuran este paraje de singular belleza. Marquesado y Alpujarra, constituyen un marco incomparable para el disfrute de actividades al aire libre, desde el senderismo al parapente, pasando por el esquí de fondo al tiro con arco, el ciclismo o el descenso de barrancos, el deporte parece haber hecho las maletas para hacer del Puerto de la Ragua, uno de sus enclaves preferidos.

Conscientes de ello, este espacio natural cuenta con un albergue a 2000 metros de altura, construido íntegramente de madera y con una capacidad de 32 plazas, distribuidas en dos grandes habitaciones con 16 literas cada una. Una configuración que permite la convivencia desde grupos escolares hasta equipos de alto nivel, que buscan un espacio diferente para desarrollar todo tipo de actividades deportivas y de ocio como campamentos, cursos técnicos, concentraciones, convivencias, entrenamientos en altura.

Otro de los enclaves almerienses que ofrece una estampa blanca diferente es el Calar Alto. Aunque la nieve no es la única de sus virtudes; la limpieza y calidad del cielo en esta zona de la provincia ha hecho que los telescopios hispano-alemanes se unan para contemplar las estrellas y los fenómenos astrológicos desde el corazón de la provincia.

Y es que su situación, altitud y el gozar de unas óptimas condiciones climáticas y astro climáticas casi única en las regiones de alta montaña del Mediterráneo, han hecho posible que el estudio de los astros y las estrellas sea un trabajo diario en este espacio que goza del mayor número de noches al año útiles astronómicamente hablando.

Si te decides por este destino, tu viaje comienza justo al subir al coche y es que ya en la carretera de acceso, sus inmejorables vistas hacen posible disfrutar de la nieve mientras divisas la costa almeriense. Una estampa de excepción que además de guardarse en la retina, puede captarse con los objetivos de las cámaras de los amantes a la fotografía.

Una de las peculiaridades que tiene el Calar Alto es la posibilidad de conocer en tiempo real las condiciones climatológicas del lugar gracias a las cuatro cámaras instaladas y que se pueden consultar en su página web. A partir de la cota 1800 m aparecen balizas de señalización para la altura de la nieve y entre los 1600 a 2000 m existe un pinar de reforestación con zonas de sombras.