La Escuela de Verano Inclusiva de ALTEA forma a 20 monitores cualificados y atiende a más de 40 niños de toda la provincia gracias al apoyo de la Diputación Provincial de Almería. La vicepresidenta, Ángeles Martínez, ha visitado esta mañana en Aguadulce una iniciativa pionera a nivel nacional por su modelo inclusivo e integrador que, además, adapta cada actividad a las necesidades del alumnado.

La vicepresidenta ha visitado en Aguadulce una iniciativa pionera a nivel nacional por su modelo integrador y que adapta cada actividad a las necesidades del alumno

Acompañada por la presidenta de ALTEA, Mari Carmen Almagro, Martínez ha conocido las diferentes actividades que ofrece esta Escuela de Verano que no sólo atiende a más de 40 niños – de la provincia y hasta uno llegado desde Granada – durante el mes de julio, sino que sirve para concluir el programa formativo del que se benefician un total de 20 monitores especializados en Trabajo Social.

Este proyecto de ALTEA cuenta con una subvención de la Diputación de Almería que persigue impulsar la formación para el personal que atiende a los niños con TEA y fomentar la conciliación de las familias de los niños y niñas beneficiarios. Está previsto que en los próximos cursos aumente la demanda, por lo que una vez pasadas las restricciones sanitarias, se aumentará la oferta, así como la contratación de monitores y especialistas de ámbito social.

La diputada de Bienestar Social ha destacado que “hoy venimos a aprender de ALTEA y darles la enhorabuena” por un campamento que se consolida como referente de inclusión e integración. “Desde Diputación queremos seguir apoyando al tejido asociativo de la provincia y apoyando este tipo de actividades que favorecen la conciliación familiar, la inclusión, el ocio saludable y la integración. Nos sentimos orgullosos de un proyecto que mejora la calidad de vida y atiende todas las necesidades de las personas con TEA y sus familias”.

Por su parte, Mari Carmen Almagro ha agradecido el compromiso de la Diputación con este proyecto de ALTEA que este año ha dado un paso más organizando un curso de formación para preparar a monitores especializados que culminan el proceso con unas prácticas en esta iniciativa. “Cada niño tiene características diferentes y en este campamento nos adaptamos a cada uno de ellos. Son 20 niños a la semana y otros 20 monitores del Curso de Formación, así como el personal de ALTEA: psicólogos y trabajadores sociales”, ha explicado.

Del mismo modo, ha asegurado que “los niños se lo pasan bomba, no dejan de ser niños y necesitan divertirse en un campamento que es 100% inclusivo y en el que se hacen cargo del niño y no se precisa de acompañante”. En este sentido, ha asegurado que hay una lista de espera por el alto interés que ha suscitado esta iniciativa.

Uno de los valores añadidos de esta iniciativa es la diversidad de talleres tanto en interior como en exterior, que permite fomentar el contacto con la naturaleza y con el medio físico. Además, todas las actividades están adaptadas a las necesidades de cada niño.