Don José Caba construyó su clínica del Paseo de Cervantes en 1959 y allí realizó operaciones de apéndice, de hernia, o para remediar parálisis intestinales, pero su principal actividad se centró en los partos, cesáreas, obstetricia, fórceps, tumores de matriz y enfermedades ováricas. Además, fue nombrado como hijo adoptivo de Berja en 1987.
El alcalde de Berja, José Carlos Lupión, y el presidente de Diputación, Javier A. García, han inaugurado esta muestra que recrea la sala de la clínica del Paseo de Cervantes
Familiares y numerosos vecinos abarrotaron la Casa de la Cultura para asistir a la inauguración de este espacio que expone el instrumental original de la clínica, paneles explicativos y un gran mural compuesto por fotografías de algunos de los más de 2.000 niños y niñas nacidos en ese paritorio. El Ayuntamiento de Berja ha querido realizar este homenaje permanente a esa gran labor de Don José Caba que permanece en el recuerdo de miles de virgitanos.
El alcalde de Berja, José Carlos Lupión, ha resaltado que se trata de “un homenaje a una persona que ha dejado huella en el municipio por su profesionalidad (médico en una época muy difícil), pero también destaca su valor humano y ahora su legado sigue entre nosotros con una familia arraigada y que prestigia a esta ciudad”.
Por su parte, el presidente de la Diputación, Javier A. García, ha destacado que «Don José Caba, además de ayudar a dar a luz a más de 2.000 niños en este sanatorio, fue un posibilitador de esperanza. Gracias a esta magnífica persona se salvaron muchas vidas en esta comarca de la Alpujarra y del Poniente almeriense. Cuando todo el mundo daba a luz en su casa, llegó la primera clínica ginecológica de la provincia de Almería para instalarse en el municipio de Berja en el año 1959. Esto supuso un antes y un después para muchas familias».
Además, el presidente provincial, quien nació en este mismo paritorio a manos del Doctor Caba, se mostró emocionado en un acto en el que recordó aún más a su madre: «ella y muchas madres como las que están aquí presentes, estarían orgullosas de ver cómo las instituciones se han unido para poner en valor este paritorio que tantas vidas dio a la provincia».
El paritorio se ha recreado en la Casa de la Cultura, edificio decimonónico que había pertenecido a la familia Villalobos, y que fue adquirido en los años cincuenta del pasado siglo para ser sede del Instituto Nacional de Previsión en la localidad. La ubicación se justificaba principalmente por dos motivos: en primer lugar, por la cercanía al emplazamiento de la clínica; y en segundo lugar, porque el edificio había sido ambulatorio de Berja hasta los años noventa del pasado siglo, y con la recreación del paritorio volvía un poco a uno de sus usos históricos, completando su atractivo cultural.
De este modo, se ha logrado conservar para la memoria colectiva un patrimonio que guarda un gran valor sentimental para los numerosísimos niños que vinieron al mundo en este paritorio, permitiendo a su vez conocer el devenir de la sanidad durante el pasado siglo XX en una zona rural como la nuestra.