‘Esculpir la libertad’ es el sugerente título de una muestra de esculturas en piedra que recopila parte de los trabajos realizados durante tres años ininterrumpidos en el taller de Escultura del Centro Penitenciario de ‘El Acebuche’ y que se expone en la Galería Alfareros de la Diputación Provincial. Este taller ha contado con la organización de la Capellanía de Pastoral Penitenciaria, bajo la supervisión del maestro escultor belga Francisco Wuytack y el propio director del Centro Penitenciario Miguel Ángel de la Cruz.

La Galería Alfareros de la Diputación recoge esta exposición de esculturas en piedra realizada por los internos del centro y que permanecerá abierta hasta el 8 de mayo

La exposición que se podrá visitar en el espacio de Diputación hasta el próximo 8 de mayo, ha contado en su presentación con la participación del diputado provincial, José Fernández, la subdirectora de tratamiento del Centro, María del Mar Soriano, el vicario episcopal Manuel Pozo, el capellán Manuel Navarro y el director de ‘El Acebuche’.

José Fernández ha dado la bienvenida al público y ha afirmado que “Diputación abre las puertas de esta sala de exposiciones para, de una manera visible, demostrar que la Institución está abierta a la sociedad en su conjunto. Agradecemos el trabajo que durante varios años se ha hecho en el Centro Penitenciario y desde la Capellanía para que esta muestra sea hoy una realidad”.

El director de ‘El Acebuche’ ha explicado que este tipo de iniciativas responden a la idea de dar oportunidades de participación a los internos para que “cuando obtengan la libertad, lo hagan en plenitud de condiciones como cualquier otro ciudadano libre”. Miguel Ángel Cruz ha recordado que la exposición “es una evidencia de que, lo que se puede hacer en el exterior, también se puede hacer en el interior de un centro penitenciario. La capacidad creativa o artística no se pierden por el hecho de estar en prisión”.

‘Esculpir la libertad’ comparte con el público la expresión artística de una veintena de internos que a través de la escultura han dado rienda suelta a su talento, al mismo tiempo que la experiencia les ha servido para hacer terapia y trabajar el concepto de la libertad desde la manifestación escultórica.

Como indica la información a la que tiene acceso el visitante que acuda a la Galería Alfareros, esta exposición nos enseña “formas caóticas y líneas entrelazadas, figuras concretas y sentimientos esculpidos en piedras nobles: mármol blanco de Macael, alabastro de distintos colores, esteatitas verdes de la India, piedras de jabón…, que representan sus propias circunstancias, sus propias vidas…, sus condenas, su encierro y que les libera por unas horas de su cautiverio”.

En la presentación también ha intervenido el vicario episcopal, Manuel Pozo, que ha felicitado a “los capellanes y a todo el voluntariado que colabora tan cercana y acertadamente con Instituciones Penitenciarias y con su querido director. Esta iniciativa va unida a otras muchas que consiste en estar presente, y acompañar, a tantas personas necesitadas”.

El capellán de ‘El Acebuche’, Manuel Navarro, ha detallado que este taller surge a través del voluntariado de Pastoral Penitenciaria y “al conocer a Francisco, el maestro, que como voluntario empezó a acudir al Centro y quiso aportar su conocimiento y arte como voluntario. Así surgió el taller de escultura con un grupo de internos”.

La coordinadora de tratamiento, María del Mar Soriano, ha enumerado algunos de los beneficios que los internos consiguen con su participación en este taller: “Todo lo que sea estar ocupados con actividades les aporta muchísimo, como evadirse, el aprendizaje y el estar cumpliendo una pena privativa de libertad de una manera productiva siempre es mejor para un interno, y continuamente va encaminado a su reinserción social”.

La exposición también contiene una serie de obras en bronce del maestro escultor del taller, Francisco Wuytack que se acompaña del siguiente texto que corresponde a una de sus reflexiones: “Esculpir para mí es más que una experiencia, o una simple práctica. Es encontrarse a sí mismo y a una realidad diferente de lo cotidiano. Esculpir es una búsqueda y una manera a través de la observación y de la imaginación, de sentirse libre”.