Los aficionados al flamenco y los seguidores del cantaor José Sorroche tienen mañana una cita ineludible en el Patio de Luces. A las 20.00 horas se celebrará la presentación de la obra memorística ‘Sorroche, la madrugá flamenca de Almería’. Un trabajo del periodista Luis García Yepes que ha sido editado por el Instituto de Estudios Almerienses.

El IEA presenta mañana a las 20.00 horas la obra de Luis García Yepes ‘Sorroche: La Madrugá Flamenca de Almería’.

El protagonista de la obra, desarrollada en 180 páginas a modo de entrevista con entradillas noveladas en 14 capítulos, desvela los entresijos de su vida, del flamenco en la provincia y su relación con los intérpretes más granados del género en más de medio siglo del pasado y los tres lustros del que vivimos.

Nacido en octubre de 1942, a la edad de diez años Pepe Sorroche comenzó a cantar en Coros y Danzas, creando posteriormente el grupo Los Jilgueros, y desarrollando su labor en el flamenco desde muy joven, para lo que supuso un aldabonazo el ganar el primer premio por malagueñas y cantes mineros y ser finalista por soleá en la quinta edición del Concurso Nacional de Córdoba, el mismo que ganó aquel año en el apartado de guitarra Paco de Lucía.1968.

A raíz de ese premio Pepe Sorroche empezó a grabar, de ahí sus tres discos primeros y el disco homenaje ‘Memoria y Luz’ que le editó Diputación en 2003. Además de haber registrado su voz en distintos cantes en casi una decena de antologías. Consiguiendo con su primera incursión discográfica ser premiado por la Cátedra de Flamencología de Jerez.

Su labor jonda atraviesa desde los fines de las óperas flamencas y espectáculos de variedades con el también almeriense Manolo de la Ribera, al nacimiento de los festivales flamencos en toda la geografía andaluza y su amistad con Antonio Mairena, el encuentro con Fosforito, el incipiente nacimiento de Menese, la admiración por Enrique Morente y otras intervenciones aledañas como la que se propició con Ringo Starr en Almería.

Su labor como recreador de los estilos almerienses: taranto, taranta, fandanguillo y petenera le han valido el reconocimiento por distintas instituciones. La Diputación le entregó el Escudo de Oro en 2003 y unos años antes la Medalla de Oro de Andalucía por la Junta, además de poseer una calle rotulada con su nombre en la ciudad de Almería, donde nació.

Toda una vida se desentraña en el libro que presenta el IEA, a modo de entrevista larga con profusión de imágenes. Obra que se abre con las enjundiosas y precisas palabras para autor y protagonista del veterano periodista y memorialista Tico Medina, y se cierra con el epílogo del historiador y crítico flamenco Antonio Sevillano, gran conocedor del biografiado. Entre tanto Sorroche confidencia a García Yepes logros, anécdotas, viajes, encuentros, desencuentros, asombros, reconocimientos, conquistas y pérdidas; una historia viva, pura y sin remilgos.

ANEXO 1: Biografía y detalles del autor de la obra y los autores del proologo y epílogo

El autor, Luis García Yepes, nació en Almería en 1973, ejerce el periodismo desde los dieciocho años, sus reportajes, entrevistas, crónicas y artículos de opinión se han publicado en distintos medios escritos, aunque también ha hecho incursiones en radio y televisión.

Ha sido redactor de los periódicos La Crónica e Ideal, y colaborador de Telesol, Canal 28 y las revistas Foco Sur y Rayuela.

En sus muchos años de profesión la actualidad social, del ámbito de la cultura y el espectáculo han sido su especialidad, ha presentado decenas de festivales flamencos. firmado libretos para discos, y dictado conferencias y charlas sobre la historia y la actualidad del flamenco para público iniciado y en el ámbito escolar.

Desde 2008 coordina la revista de Ocio y Cultura Ondeando que cada mes da información puntual sobre todas las actividades lúdicas, recreativas y culturales de la provincia de Almería.
Sociedad, cultura y espectáculos han sido los temas más recurrentes en su ejercicio profesional, que paralizó para dedicarse a la animación sociocultural, su otra vocación, a principios del 2000.

Aficionado a la pintura, que a veces ejerce, al flamenco, los toros y la literatura, ha publicado dos relatos ficción: ‘Al final de él’ y ‘La navaja heredada’. Es miembro de la Federación Internacional de Periodista y del Centro Español de Derechos Reprográficos. Y ha ejercido su labor profesional en Almería y Málaga.

Guardan la obra, por delante y por detrás dos de las firmas más significativas para el género y el tema que nos ocupa. La abren a modo de prólogo las palabras del incombustible cronista Tico Medina, que ha trabajado durante más de sesenta años en todos los medios de comunicación, especialmente en los inicios de TVE, Hola, diario Pueblo y ABC, quien tiene en su haber más de una decena de memorias y biografías: las de Julio Iglesias, El Cordobés, Antony Quinn y la más popular en ventas las que dedicó a Lola Flores, más de nueve ediciones, bajo el título ‘Lola, en carne viva’.

El epílogo de ‘Sorroche, la madrugá flamenca de Almería’ lo firma un gran conocedor del protagonista y el autor, el historiador y crítico flamenco Antonio Sevillano, autor entre otros trabajos del libro ‘Almería por Tarantas’, de la enciclopedia ‘Historia del Flamenco’ de la editorial Tartessos, ponente, presentador y comunicador en decenas de congresos de este género musical.

ANEXO 1: Sinopsis de la obra

Es Pepe Sorroche el cantaor almeriense de más larga trayectoria, el más representativo de Almería en la segunda mitad del pasado siglo, y, además, el entusiasta mentor de los nuevos artistas del género flamenco provincial, en los tres lustros del que vivimos.

Su curiosidad incansable y sus vivencias le hacen poseedor de la herencia de los mejores intérpretes de los cantes mineros y, por su paso por Educación y Descanso desde chiquillo, el más fiel intérprete del acervo popular de Almería: el fandango y la petenera bailables.

Implicado en la mítica peña ‘Los Tempranos’, participó en la fundación de ‘El Taranto’, la segunda peña más antigua de España y ‘El Morato’ dedicada a uno de los más insignes taranteros.
Las materias a tratar en el trabajo que nos ocupa se centran en la labor vocal y musical que se inició con el trio Los Jilgueros, donde con diecinueve años tuvo ocasión de grabar dos discos en Belter, hasta la actualidad, con sus interpretaciones en peñas, fiestas privadas, concursos, discos, conferencias ilustradas y festivales.

Su vida artística atraviesa desde los fines de las óperas flamencas y espectáculos de variedades con el también almeriense Manolo de la Ribera, al nacimiento de los festivales flamencos en toda la geografía andaluza y su amistad con Antonio Mairena, el encuentro con Fosforito, el incipiente nacimiento de Meneses, la admiración por Enrique Morente y otras intervenciones aledañas como la que se propició con Ringo Starr en Almería.

Su discografía, la más extensa de cualquier intérprete flamenco de Almería, se salda con quince trabajos entre propios, colaboraciones, antologías y grabaciones homenaje; lo que nació a raíz de ganar el primer premio por malagueñas y cantes mineros y ser finalista por soleá en la quinta edición del Concurso Nacional de Córdoba, el mismo que ganó en el apartado de guitarra Paco de Lucía.1968.

Las escuelas guitarrísticas andaluzas han acompañado sus intervenciones con representación de la de Jerez, con Parrilla; Almería con los clásicos maestro Amate o Richoli y de duende como la de Tomatito o Pedro El Funde; Granada, con Juan y Pepe Hacichuela, o Cádiz con Paco de la Isla. Sorroche ha demostrado sobradamente su finísimo oído que ya con diez años le detectó Gabriel Amate en su primera actuación ante público.

Reconocido creador de letras desde sus primeros pasos en el flamenco, ha sido reconocido y tiene registradas en discos y en la SGAE varias composiciones, lo que alentaron su amistad con Antonio Murciano, Manuel del Águila, Ruiz de Padilla, Alfonso López y Domingo Nicolás entre otros.
Su afición a toda manifestación flamenca le llevó a crear los grupos Zambra y Jara donde ha interpretado al baile su hija Lucía Sorroche y han participado los guitarristas Niño de la Manola, Niño de Las Cuevas, el flautista Pedro Caro, el cajista Salvador Martos o la profesora de violoncelo Pheifer, con quien compartió trabajo como profesor de cante para el baile en el Real Conservatorio de Música de Almería. Desde el grupo Jara nació el espectáculo ‘Tierra sin sombra’ que dio origen al disco ‘Memoria y luz’, título que homenajea al insigne poeta orensano residente en Almería José Ángel Valente.

Numerosas intervenciones en TVE y Canal Sur, así como la grabación de la película ‘Contra el viento’ le reconocen su mérito y conocimiento, que ha desarrollado radiofónicamente en Cadena Rato y Antena Tres. Los tratados de flamenco que se editan en España refieren en lugar destacado su figura, entre ellos la Enciclopedia ‘Historia del Flamenco’ de la editorial Tartesos.

Su vida ambientada en un primer momento en La Barraquilla del Mercado Central, que regentaba la familia, le ha hecho conocedor de toda clase de personajes almerienses. Los caminos de su opción de reconocerse cantaor pero no artista le han mantenido anclado al terruño donde ha regentado diferentes negocios y ha desarrollado en distintas épocas su afición a la canaricultura y la pesca.

Premio de la Cátedra de Flamencología de Jerez, de la que es miembro, Medalla de Andalucía, Escudo de Oro de la Provincia y una calle a su nombre en su ciudad natal, Almería, atestiguan su significación.

Pepe Sorroche, nacido en octubre de 1942 prodiga su conocimiento a todos aquellos que muestran interés, no en vano ha sido afable y abierto a las nuevas voces, hoy laureadas como Rocío Segura o María José Pérez.

La obra memorística desarrollada esencialmente a modo de entrevista, en el esquema clásico de pregunta-respuesta, desentraña toda una vida llena de logros, anécdotas, viajes, encuentros, desencuentros, asombros, reconocimientos, conquistas y pérdidas, haciendo desfilar con su voz, tan almeriense, a un gran número de personas que por una u otra razón el tiempo los hizo caminar juntos en un escenario anclado y transmutado que se llama Almería.

Con un estilo a tres voces, donde el narrador omnisciente sitúa el tiempo en que se desarrolla la memoria, y anticipa parte de los asuntos vertidos por el protagonista a preguntas del periodista; el libro presenta una historia viva, pura, sin remilgos. Una remembranza que atiende a lo que el insigne escritor García Márquez advertía en sus propias memorias: “La vida no es la que uno vivió, sino la que uno recuerda y cómo la recuerda para contarla”.