El presidente de la Diputación de Almería, Gabriel Amat, ha inaugurado esta mañana en el Salón de Actos de la Casa de las Mariposas las III Jornadas Provinciales sobre Protección y Tutela de Adultos, que organiza la Institución a través del Instituto Almeriense de Tutela, y en colaboración con la Fundación Almeriense de Tutela y Cajamar.

«Gabriel Amat ha inaugurado esta actividad destinada a fomentar el reciclaje y la formación profesional de los trabajadores que atienden al colectivo”

Amat ha destacado la labor de la Diputación que a través del IAT tiene a más de 90 tutelados en la provincia “con los que trabajamos para hacer valer el respeto a sus derechos y dignidad, ya que son un colectivo extremadamente vulnerable”. Gabriel Amat ha recordado que la Diputación Provincial de Almería viene realizando un considerable esfuerzo por dar respuesta a las necesidades de atención de éste colectivo, “ya que las administraciones tenemos que garantizar el ejercicio pleno y efectivo de sus derechos fundamentales al igual que el resto de la ciudadanía”.

La inauguración ha contado además con la presencia del delegado de Salud y Bienestar Social de la Junta de Andalucía, Alfredo Valdivia, la diputada de Bienestar Social, Almudena Valentín, el director del Instituto Almerienses de Tutela, Francisco Alonso y el secretario general de la Fundación Almeriense de Tutela, Cesar Carini.

Las Jornadas se vienen celebrando desde 2.008 en Almería y este año han contado con un gran éxito de participación con 270 profesionales inscritos bajo el lema ‘Por un Sistema de Calidad’. La actividad se realiza con el fin de ofrecer un punto de encuentro para el debate, la reflexión, el aporte de conocimientos e intercambio de experiencias entre profesionales directamente relacionados con la atención de este colectivo.

Asimismo, la actividad se realiza con el objetivo de fomentar el reciclaje y la formación profesional de los trabajadores que atienden a estas personas que por padecer déficits en sus capacidades/facultades mentales (personas con algún tipo de demencia, enfermedad mental o discapacidad intelectual) precisan de especiales medidas de protección tanto de su persona como de su patrimonio.

El fin último es que esta formación repercuta directamente en una mayor calidad de la intervención técnica y, en consecuencia, en una mejor respuesta a las necesidades de atención y apoyo de las personas objeto de protección y supone un requisito indispensable para hacer efectivo un abordaje integral y una atención de calidad.

La formación en contenidos relacionados con la protección de personas adultas, sigue siendo materia ampliamente demandada por los colectivos de profesionales responsables de su apoyo y atención, tanto a nivel de atención primaria como especializada.