Desde ayer jueves por la tarde, el campus de la Cañada de la Universidad de Almería acoge la celebración del I Congreso Internacional “Edadismo, un nuevo reto sociosanitario”, organizado por FAAM, la Federación Almeriense de Asociaciones de Personas con Discapacidad y la UAL, y que cuenta con la colaboración de la Diputación de Almería, Junta de Andalucía y Ayuntamiento de Almería, en el marco de la segunda fase del proyecto de investigación atención sociosanitaria a personas mayores en situación de dependencia de UAL Transfiere y que la Federación lleva meses desarrollando.

El vicepresidente de Diputación, Ángel Escobar, el delegado de Inclusión Social, la concejal de Inclusión, la vicepresidenta de FAAM y el vicerrector de Sostenibilidad destacan la importancia del evento

La vicepresidenta de la FAAM, Isabel Martínez, ha explicado que “los datos por lo tanto nos muestras la necesidad de abordar la atención a las personas mayores como uno de los retos de nuestro tiempo”. Por su parte, el Vicerrector de Sostenibilidad de la UAL Gabriel Guerrero ha pedido a los asistentes que también ejerzan su papel de altavoces y trasmitan en sus círculos profesionales todos los conocimientos aprendidos durante este congreso internacional.

El vicepresidente de la Diputación de Almería, Ángel Escobar, ha destacado que para la «Institución Provincial es un orgullo estar en este primer congreso internacional de Edadismo, y que se haga a través de la FAAM y la Universidad de Almería, dos pilares fundamentales del tejido social de la provincia».

«Con este congreso se va a abordar un tema con una importancia crucial en la sociedad porque se aborda un problema profundo que afecta a millones de personas de todo el mundo. Hay que promover la inclusión y la diversidad», ha añadido el vicepresidente de la Diputación.

Tanto Francisco Bellido, delegado de Inclusión Social de la Junta en Almería como Paola Laynez, concejal del Ayuntamiento de Almería, han dado la enhorabuena a FAAM y la UAL por haber sido capaces de congregar a los mejores expertos del país para analizar un tema del que todos tenemos que preocuparnos y ocuparnos.

La primera parte de esta cita se llevó a cabo con la exposición de un total de nueve talleres en la jornada vespertina del jueves, en la que expertos de distintas disciplinas transfirieron a los asistentes la parte más práctica en la intervención social, sanitaria y jurídica hacia las personas mayores. Uno de los ponentes, Manuel E. Bernabeu, experto en humanización y responsable del equipo psicopedagógico de Sasan formación, expuso el método Montessori aplicado a la atención de las personas mayores, “un método que muestra la importancia de que las personas mayores sigan decidiendo su propia vida y cómo con estas herramientas manipulativas y a través de la memoria sensorial, nuestros mayores van a recordar todo lo que hagan sus manos”.

La segunda de las jornadas ha estado centrada tanto en la ponencia inaugural como en las dos mesas redondas donde expertos en la materia llegados de todo el país, han analizado y debatido sobre la necesidad urgente de implementar medidas que favorezcan la atención y reconozcan los derechos de las personas mayores. En este sentido, Carlos San Juan, impulsor del movimiento ‘Soy mayor, no idiota” ha dado innumerables razones para que nuestra sociedad se ponga las pilas a nivel legislativo y se doten de derechos que otorguen dignidad a las personas mayores. Como médico de profesión, San Juan, ha puesto en valor el papel de los cuidados domiciliarios para las personas mayores y la necesidad de que exista una mayor inversión por parte del estado y las comunidades. Sólo el 25% del PIB en Europa es destinado a sanidad y está probado que este tipo de cuidados suponen un ahorro público y un mayor bienestar para las personas y sus familias.

Los cambios demográficos que se están produciendo han provocado un envejecimiento de la población y por consiguiente un aumento del número de personas mayores en situación de dependencia. De hecho y según datos del INE en enero de 2022 en nuestro país había un 19.9% de población mayor de 65 años, una de las esperanzas de vida más elevadas de toda la Unión Europea seguida de Italia, Francia y Luxemburgo.