La complejidad y los trances de la vida concentrados en una bella historia de amistad entre dos adolescentes protagonistas y sus diferentes vidas. ‘Libertad’, el primer largometraje de Clara Roquet, se ha presentado hoy en el Festival Internacional de Cine de Almería como una historia de sutiles pero muy definidas capas emocionales que permitirán a cualquier espectador engancharse a la historia. Así lo ha señalado Tono Folguera, su productor, en una presentación en la que ha estado acompañado por el director de FICAL, Enrique Iznaola, y el diputado de Cultura y Cine, Manuel Guzmán.
El tránsito de la niñez a la adolescencia, relaciones familiares, la pérdida de los mayores o las diferencias sociales se abordan en el primer largo de Clara Roquet
La película centra la historia en una chica de 14 años. Después de mucho tiempo sin coincidir en su casa de verano, la familia Vidal pasa las últimas vacaciones con la abuela Ángela, que sufre Alzheimer avanzado. Por primera vez en su vida, Nora (María Morera), siente que no encuentra su lugar: los juegos de niños le parecen ridículos y las conversaciones de los adultos todavía le van grandes. Pero todo cambia con la llegada de Libertad (Nicolle García), la hija de Rosana, la mujer colombiana que cuida a Ángela.
“Creo que es una película que hará conexiones muy fuertes con el público porque hay muchos temas que son comunes a cualquier persona, por lo que estoy seguro que despertará muchas emociones”. Uno de ellos, quizá el más evidente, es la diferencia social que existe entre las personas cuidadoras “que vienen de otros países, en muchos casos dejando a sus familias, a sus hijos o sus padres, para cuidar a los nuestros. Ojalá la película ayude a reflexionar y a ser más comprensivos”, ha dicho Folguera.
Pero tras este tema principal también está la enfermedad de Alzheimer y sus efectos en un núcleo familiar, “el punto crítico por el que todos pasamos tarde o temprano en el que la muerte de un abuelo lleva consigo el fin de toda una época de nuestra vida, todo lo que ello representa”. Pero también ese difícil tránsito de la adolescencia en su plenitud, donde se adquieren libertades como un desafío y como algo abrumador. “También reflejando ese punto crítico en el que cambia la relación de padres a hijos, porque dejan de ser niños y a veces como adultos no sabemos lidiar con ello”, ha compartido Tono Folguera.
En cuanto al casting, el productor ha confesado la gran sorpresa que se ha llevado con María Morera. “Porque lo habitual es que las actrices jóvenes, en sus primeros papeles, se interpreten a sí mismas y en este caso María ha demostrado un ejercicio de madurez y de gran intérprete”. Sobre Nicolle, Folguera ha relatado que pudiendo haber elegido entre opciones aquí en España, fue un descubrimiento realizado en Medellín.
Sobre la proyección de futuro de Clara Roquet, el productor ha asegurado que “no es que yo haya tutelado su carrera en los últimos diez años, sino que sencillamente me he subido a su tabla de surf teniendo muy claro el talento que tiene como demostró en su primer cortometraje, como en el segundo, que decidimos hacer otro pese a que ya teníamos claro que íbamos a hacer la película”.
Y en cuanto al progresivo aumento de mujeres en la dirección de películas, Tono Folguera ha afirmado que “se debe sobre todo a las medidas que se han ido aplicando desde las administraciones públicas, las televisiones públicas… Las directoras cada vez son más en las secciones de operas primas y ellas son las que harán las grandes películas del futuro, aunque todavía falta por ver la implicación de la empresa privada para que este esfuerzo valga la pena y para que no se vean abocadas a tener que hacer siempre películas con presupuestos menores”, ha concluido.