Paco Cañizares protagonizó ayer una nueva sesión de Las ‘Tardes del IEA’. La plaza Julio Alfredo Egea acogió una actividad que sirvió para repasar la trayectoria del modisto almeriense que, como los anteriores homenajeados en este evento, es vecino del Instituto de Estudios Almerienses, localizando su estudio en el casco histórico de la capital. Cañizares, que tiene tras de sí, igualmente, una larga experiencia en el mundo de la cultura, desde muy diferentes ámbitos, estuvo acompañado por la bailarina Kasia Ozog y el músico Chencho Nzo, así como por una selección fotográfica que ayudó a los asistentes a acercarse a su figura.
El Instituto de Estudios Almerienses homenajeó al modisto almeriense que ha logrado desfilar en las mejores pasarelas internacionales y ha tenido una larga trayectoria en el mundo de la cultura y el arte
El protagonista de la noche reconoció que “me ha encantado que me hayan propuesto para este homenaje, para poder decir lo que yo quiero y que no hablen mal cuando ya esté muerto”. Cañizares señaló, además, que “he sido un hombre libre, autónomo y amante del arte, siempre preferí mi propia historia”, rematando con un lacónico “he sido más de corazón que de razón”.
Cañizares ha tenido un periplo muy exitoso en el mundo de la moda, accediendo a grandes eventos nacionales e internacionales que parecían muy lejanos para los creadores almerienses. Sus diseños han desfilado por el Salón Cibeles, Salón Gaudí, Salón de la Moda Andaluza o la Feria de Moda de Oporto, siempre dejando un poso de identidad propia y recibiendo los elogios de la crítica y el público. También ha destacado por dar un paso adelante en los montajes escénicos de esos desfiles, aprovechando todos los recursos posibles para mejorar la puesta en escena.
Francisco Alonso, responsable del Instituto de Estudios Almerienses, introdujo el evento recordando que “intentamos acercar al instituto a los artistas que viven en nuestro entorno. Hoy hablamos de una persona muy especial, aunque los carteles le denominan como artista polifacético, lo podríamos encuadrar dentro de un hombre del Renacimiento”.