Las ‘Tardes del IEA’ regresaron ayer a la plaza Julio Alfredo Egea para repasar la trayectoria del tallista y restaurador de imágenes Javier Arcos Quero. El homenajeado habló de sus experiencias vitales y artísticas e hizo un repaso por el mundo profesional que ha vivido. Arcos Quero señaló que, aún hoy, se sigue valorando este trabajo artesanal con la madera frente a otros muchos materiales sintéticos y de menor calidad y un mueble lineal y económico que impera en los comercios. En este sentido, reconoció que en la actualidad “se talla poco, sobre todo lo que estoy trabajando es la restauración”.
El tallista y restaurador hizo un amplio recorrido por su trayectoria profesional que abarca cuatro décadas realizando un trabajo artesanal y de gran calidad
Javier Arcos Quero recordó sus inicios y señaló que “empecé desde pequeño, conseguí entrar en la Escuela de Bellas Artes donde había un nivel de alumnos increíble”. Posteriormente comenzó como aprendiz y, a partir de ahí, cuatro décadas siendo un auténtico referente, algo que se pudo constatar con una pequeña exhibición que realizó ante los presentes. También apuntó que sigue habiendo clientes que buscan un mueble diferencial y de calidad y que siguen haciendo encargos y que, tradicionalmente, los mayores demandantes de este tipo de piezas han sido “nobleza e iglesia”.
Como introducción, Valeriano Sánchez Ramos, historiador y coordinador de esta actividad, hizo también un recorrido histórico por el trabajo en madera, destacando que “el arte de la madera ha estado muy presente durante toda la historia, en el barroco a los artistas se les trataba de Don. Sólo se trataba así a los bachilleres”.
Antonio Andrés Díaz, historiador, detalló una faceta específica del arte de la madera, como es la imaginería, que sigue teniendo un espacio interesante en el mercado y que tiene en Almería piezas muy estimables. En cuanto al relevo generacional, Mario Jesús Latorre, joven restaurador almeriense que tiene su taller ubicado en Vera, analizó las técnicas más modernas de la restauración, con nuevos elementos que permiten que los trabajos se terminen con unos resultados extraordinarios. En este sentido, Latorre expuso los materiales con los que se encuentra más cómodo trabajo, frente a otras alternativas.
El objetivo de esta actividad era el de seguir dando a conocer a los ‘vecinos’ del Instituto de Estudios Almerienses y, en este caso, un arte que es desconocido para el gran público, pese a formar parte de nuestra vida cotidiana.