Una treintena de senderistas -15 hombres y 13 mujeres (dos menores)- han participado este fin de semana en la actividad deportiva ‘Sendero Minas de Beires’ -Parque Nacional de Sierra Nevada-, dentro del programa de ‘Rutas y Senderos’ organizado por el departamento de Deportes de la Diputación de Almería.
El área de Deportes ha organizado esta semana una ruta senderista por el entorno geográfico de Beires, marcado por su pasado minero y su arquitectura alpujarreña
El sendero dio comienzo en la Plaza del Ayuntamiento, después de un desayuno saludable por gentileza del Consistorio de Beires. Antes de adentrarse en el patrimonio paisajístico, los deportistas pudieron disfrutar de la estructura urbana de tradición árabe del pueblo alpujarreño, visible en sus estrechas calles, escalonadas con grandes desniveles, y en sus casas blancas, protegidas por la Iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Misericordia, de 1676, dedicada a San Juan Bautista y a San Roque.
Al alejarse del casco urbano, los senderistas descubrieron el pasado minero del municipio. Sus montañas están impregnadas de huellas que nos transportan hacia la explotación de yacimientos de hierro desde inicios del siglo XX hasta la década de los sesenta. Así, atravesaron lugares pintorescos como el Cerro de Los Cocones, Barranco de Las Navas, Cuesta del Saboril o Loma de La Teja. Atrás quedaron, en un medio ambiente primaveral, las encinas centenarias, las aulagas y los romeros, lugares por los que antaño pasaban los arrieros con sus mercancías a cuestas.
En la parte final de la ascensión, a unos 1700 metros de altitud, la vegetación agrada la vista al contemplar la presencia de pinos silvestres, piornos o majuelos. Al llegar al final del sendero, el caminante se comunica con el GR-240 (Sulayr), recorrido que nos lleva a la zona de las minas.
En ese hábitat nos encontramos con construcciones en ruinas -viejos edificios de mineros, tolvas de recepción de minerales o escombreras con restos de hierro-, señales de una historia que los abuelos de Beires siguen contando a las nuevas generaciones para que no olviden las raíces de su pueblo.
El sendero es lineal, tiene casi 6 kilómetros de recorrido, se realiza en dos horas y 45 minutos, su grado de dificultad es medio y puede ser practicable a pie, en bicicleta y a caballo.