Desde mediados de este mes y hasta final del próximo mes de diciembre jóvenes voluntarios de FAAM, la Federación Almeriense de Asociaciones de Personas con Discapacidad, llevarán a cabo el programa de acompañamiento intergeneracional desarrollado gracias al apoyo del Área de Deportes y Juventud de la Diputación Provincial de Almería. Los destinatarios de este proyecto son personas de entre 60 y 80 años de Almería capital que por sus circunstancias psicosociales necesitan de un seguimiento y escucha profesional que mitigue su falta de apoyo.
Personas mayores de la capital recibirán una llamada amiga que les dé apoyo y compañía de manos de jóvenes voluntarios de la Federación gracias a esta iniciativa que se llevará a cabo hasta final de año
La diputada de Juventud, María Luisa Cruz ha explicado que esta iniciativa incide de forma directa en uno de los principales objetivos de la Diputación Provincial y que consiste en “implicar a los jóvenes en la realidad social de su provincia y que, a través de acciones de voluntariado, contribuyan a mejorar la calidad de vida y el bienestar de los almerienses, de forma especial entre la población de mayor edad. Se trata de una labor indispensable, más necesaria ahora que nunca por la pandemia, y que pone de relieve todo lo que los jóvenes pueden aportar a nuestra sociedad, dejando estigmas y prejuicios de lado”.
Promover el contacto de jóvenes con grupos de población más adulta y fomentar las relaciones de escucha activa es uno de los principales objetivos marcados con esta iniciativa, afirma Valentín Sola, Presidente de Federación. La falta de contacto físico imperante en la actualidad está provocando que muchos hogares donde viven personas mayores solas o cuidadores informales con personas en situación de dependencia a su cargo, tengan una mayor necesidad de atención, y son justamente estos perfiles en los que FAAM se ha fijado para priorizar la atención individualizada con cada uno de ellos.
Miguel Ángel Chacón es psicólogo, voluntario de FAAM desde el año 2014 y uno de los participantes de este proyecto. “Cuando desde Federación me llamaron para proponerme participar no lo dudé. Pienso en mis abuelos y en la necesidad que tienen de contacto con su entorno y este programa es un modo de ayudarles, de decirles que estamos con ellos”, afirma este joven voluntario de vocación. Para los participantes es un tiempo de oro porque no sólo se sienten escuchados, sino abrazados gracias a la calidad humana de los voluntarios que hay al otro lado del teléfono.