Los recursos turísticos del destino ‘Costa de Almería’ tienen en la naturaleza a su gran aliado.

Esta reserva natural está incluida entre los 2.000 humedales más importantes del mundo además de su catalogación como Zona de Especial Protección para las Aves y Lugar de Importancia Comunitaria dentro de la Red Europea Natura 2000

Son muchos los turistas que se desplazan hasta nuestra provincia para conocer el gran esplendor y belleza de los parques naturales, montañas, sierras, playas y fondos marinos que dotan de una especialidad singularidad a nuestra provincia.

En este sentido, desde el poniente almeriense se asoma al mundo la Albufera de Adra, un humedal situado en la orilla del litoral abderitano que goza de gran valor ecológico y en el que destacan dos lagunas, la Albufera Honda y la Albufera Nueva. Esta reserva natural, sorprende a los visitantes por su situación en un entorno semidesértico y rodeado de zonas de cultivo intensivo que contrastan con la relevancia y los valores naturales que presenta este espacio natural protegido.

Ubicada entre la desembocadura del río Adra y los Llanos de Dalias, la Albufera supone una fuente permanente de alimento y vida para la fauna residente en la zona. Sus aguas salobres provienen de las filtraciones de las aguas del mar y, sobre todo, de los aportes de las aguas de lluvia que llegan desde los barrancos de La Estanquera y de Las Adelfas. La presencia de aguas permanentes, junto con la suavidad climática de sus inviernos, hacen que este humedal se considere el más importante de la provincia de Almería (y uno de los 2.000 más importantes del mundo según la lista Ramsar) y lugar de paso de las rutas migratorias que establecen las aves entre los continentes europeo y africano.

Desde los observatorios dispuestos estratégicamente en las lagunas, se observa la abundante fauna acuática, destacando la presencia de aves como el ánade real o el pato cuchara, que llegan en otoño desde el norte de Europa buscando alimento y un clima más templado para pasar la estación invernal. Durante la primavera la densa cobertura vegetal, formada por carrizales y cañaverales, proporciona un lugar seguro donde nidifican especies como la focha o el porrón pardo, que provienen de las lejanas estepas y regiones semidesérticas de Asia y que ocasionalmente llega hasta Andalucía o las zonas del Levante.

En las inmediaciones de la Albufera de Adra se encuentra la ciudad que le da nombre. Su puerto pesquero presenta gran actividad y desde él, es posible realizar una ruta en barco por las inmediaciones de este rincón y enclave natural de excepción del litoral almeriense.

El delegado de Turismo, Javier Aureliano García, insiste en “la labor que desde el Servicio Provincial de Turismo de la Diputación de Almería se realiza para la promoción y difusión de los productos y recursos turísticos que tiene el interior de la provincia”. Asimismo, ha aprovechado esta oportunidad para invitar a los propios almerienses y visitantes potenciales a conocer los enclaves y recursos naturales privilegiados de la provincia como éste.