El Centro Unicaja de Cultura acogió anoche la presentación de ‘La república cuestionada. Los almerienses del campo de trabajo de Turón-Murtas’, obra de Eusebio Rodríguez Padilla y editada por el Instituto de Estudios Almerienses. El autor refleja en esta publicación la trágica experiencia de los presos almerienses que fueron trasladados desde la cárcel de El Ingenio hasta este campo de concentración, en la zona limítrofe entre Almería y Granada, del que muchos de ellos no regresaron con vida.

La publicación, editada por el Instituto de Estudios Almerienses, desgrana la crudeza de las condiciones que tuvieron que soportar los presos almerienses

En este trabajo, Eusebio Rodríguez refleja la crudeza de la Guerra Civil, incluso una vez acabada, con lo que el autor denomina “la guerra de guerrillas’, así como las condiciones inhumanas que tuvieron que soportar este grupo de almerienses, trabajando “de sol a sol”, sin apenas contar con comida o con iluminación. Esta situación derivó en que muchos de ellos enfermaran y fueran ejecutados por no tener capacidad para “rendir en el trabajo”.

Rodríguez Padilla realiza en ‘La república cuestionada. Los almerienses del campo de trabajo de Turón-Murtas’ un análisis exhaustivo de este periodo tras doce años de trabajo en los que ha revisado alrededor de 12.000 expedientes, así como documentación personal de algunos de estos presos y de familiares y entorno cercano. El responsable del Instituto de Estudios Almerienses, Francisco Alonso, felicitó durante la presentación al autor por un “trabajo riguroso, como se puede comprobar con las múltiples modificaciones y añadidos que se han incorporado al libro”. Alonso recordó, además, que “el objetivo del Instituto de Estudios Almerienses tiene el objetivo de difundir todo lo que tenga relación con Almería” y, en este sentido, reconoció que “me ha impactado, el autor muestra con crudeza esta realidad”.
Eusebio Rodríguez apuntó que “empecé por curiosidad, pensaba que había que saber más porque la gente que estaba allí era mayoritariamente almeriense, tanto los presos como los guardas”. El autor reflejó que “pretendo que se conozca la historia de Almería en todas las facetas y Turón fue un hecho trágico”. Lo ocurrido en este campo de concentración no fue improvisado y “se preparó el ambiente para justificar el envío de trabajadores”, una zona que se acabó convirtiendo en un lugar de exterminio, algo que Rodríguez Padilla califica de “excepcional”, pero que “afectó a muchos almerienses”. Una historia que comenzó el 3 de mayo de 1938 con la salida de 13 camiones desde El Ingenio rumbo a Turón y que concluye con el descubrimiento por parte de los presos de que los guardas han abandonado el campo tras el final de la guerra.