El Patio de Luces de la Diputación Provincial de Almería acogió ayer una de las sesiones del Curso de Verano de la Universidad de Almería ‘Cultura del Vino’ que tiene como sede Almería.

El diputado de Agricultura participó en la sesión en este seminario dirigida por los especialistas médicos Sonia Suárez y Francisco Bravo Castilló

La ponencia impartida en el Palacio Provincial ha sido presentada por el diputado provincial, Óscar Liria; los ponentes, Sonia Suárez -especialista en medicina de familia y microbiología- y Francisco Bravo Castillo -especialista en Aparato Digestivo-, y el director del curso, Rafael Rubio.

El diputado provincial se ha mostrado satisfecho de poder sede de una de las ponencias de los Cursos de Verano con los que la Diputación colabora de forma muy activa. Asimismo, ha deseado que, como todos los demás, este curso “coseche” un gran éxito y que verse sobre uno de los productos que se elaboran en la provincia.

Una relación la de los vinos y la salud con sus pros y sus contras eso es lo que ha analizado esta ponencia. “Desde luego beber en exceso es muy perjudicial, el alcohol no hay que olvidarlo nunca es una droga” afirma con contundencia Sonia Suárez. Esta médico que ejerce en el área de urgencias del hospital Torrecárdenas y que conoce el vino “desde siempre, mi padre tenía un pequeño viñedo”, señala que “la moderación es fundamental”.

Ahora bien, añade, “con moderación tiene beneficios demostrados científicamente”. “Ya cuando estábamos estudiando la carrera se hablaba de los beneficios del vino”, añade el doctor Francisco Bravo, y “fue a partir de los 90 cuando se empezó a investigar más a fondo”.

Lo que queda claro para hablar de cómo el vino puede mejorar nuestra salud es el punto de partida, la moderación: “las evidencias científicas, siempre desde el consumo responsable y moderado, son claras”, destaca Bravo, “pues hay una mejora de la salud cardiovascular”.

“También tiene efectos positivos sobre la diabetes y favorece, aumenta, lo que denominamos el colesterol bueno”, apunta la doctora Suárez. Estos efectos beneficiosos dependen no tanto de la calidad del vino como de la uva, señala Bravo. “Por sus características la uva tinta tiene unos determinados componentes en mayor abundancia que la uva blanca, por lo que, sin que sea malo el consumo de vino blanco, ¬siempre acompaña la palabra moderación¬, es el vino tinto el que, según las investigaciones, consigue estos efectos positivos sobre la salud de los que estamos hablando, este efecto cardio protector”. Este consumo debe realizarse combinando el vino con comida, “para que la absorción del alcohol sea más lenta” y alternar la ingesta de alcohol con otras bebidas, lo mejor en el caso del vino es el agua”.