La alcaldesa de Mojácar, Rosa María Cano, ha recibido -esta mañana- el proyecto que permitirá transformar el rincón más turístico de Mojácar Pueblo de manos del presidente, Gabriel Amat. El documento que ha sido redactado por los técnicos de la Diputación ya está visado y completamente terminado para que, una vez terminada la temporada estival, el Ayuntamiento inicie un proyecto que va a contar con 1,6 millones de euros millones de euros para la construcción del nuevo Mirador de la Plaza Nueva y la nueva Casa Consistorial y Comisaría bajo el mismo. Además, hay otros 400.000 euros de inversión para ensanchar la Avenida París, mejorar la accesibilidad y posibilitar estas obras.

El Ayuntamiento tiene todo preparado para, en cuanto acabe la temporada, iniciar la la demolición y sustitución del nuevo mirador. Una vez terminado, se realizará la Casa Consistorial y la Comisaría

Amat ha asegurado que la puesta en marcha de este proyecto es “fundamental” para uno de los municipios con más ‘gancho’ turístico del destino ‘Costa de Almería’, puesto que permitirá embellecer aún más el casco urbano, mejorar la accesibilidad y los servicios al turista y al ciudadano.

El proyecto ha sido redactado por los técnicos del Área de Asistencia a Municipios y, paralelamente, el Área de Fomento ha redactado un proyecto que facilitará las obras ampliando la Avenida París. “Es una satisfacción colaborar para los ayuntamientos con proyectos que embellecen los municipios y que crean empleo, como es el caso de Mojácar que creará con estas obras 55 empleos y otros cientos con los turistas que visitarán el municipio para disfrutar del mirador ”.

La alcaldesa ha recordado que el fotografiado rincón es uno de los emblemas de este municipio turístico y en el edificio sobre el que se asentará va a concentrar los servicios municipales del Ayuntamiento acabando con la dispersión actual que impide el fácil acceso a ellos a personas con movilidad reducida.

El actual mirador de la Plaza Nueva, ubicado en el centro histórico de la localidad de Mojácar, y desde el que se contempla la costa, la localidad de Garrucha, las planicies de Turre y la Sierra de Bédar, se sitúa sobre un edificio de tres plantas que data de los años 70. Esta edificación ha estado ocupada hasta ahora por la Escuela de Hostelería, la Biblioteca Municipal, así como por la Comisaría de Policía Local y la Oficina de Correos.

Los problemas estructurales que presenta el inmueble en la actualidad son la causa por la que se va a proceder a su demolición para poder sustituirlo por otro de igual tamaño y número de plantas que el anterior, sobre el que también levantará un nuevo mirador en su cubierta.

Dos Fases para un proyecto ‘vital’

El proyecto que ha redactado el equipo técnico de la Sección de
Arquitectura del Área de Asistencia a Municipios, prevé la demolición del edificio antes mencionado, así como del mirador que sobre él se sitúa, para sustituirlo por otro similar sobre el que también existirá un espacio público en su cubierta.

Los técnicos provinciales ya se hayan inmersos en la redacción de otro
proyecto complementario, para adecuar el edificio que se va a
levantar, y trasladar a él la Casa Consistorial y la Comisaría de Policía
Local.

El nuevo Mirador será completamente accesible a personas con movilidad reducida gracias a nuevas escaleras, rampas adaptadas y permitirá acceder a través de un ascensor a la Casa Consistorial y a la propia Avenida París. En total, contará con una superficie de 684 metros cuadrados. La superficie de toda la intervención se revestirá con piedra, del
denominado granito “blanco miño”, cuyo color se adecua a la blancura
mediterránea de la localidad, pero además ofrece garantía suficiente de
durabilidad y evita que las personas resbalen. Se completa la actuación con
una barandilla ondulada de ‘deployé’, y una iluminación con balizas de poca
altura que ofrezcan durante la noche una iluminación baja.

El proyecto de la nueva edificación está cuidando especialmente la imagen que ofrecerá el nuevo edificio, ya que será visible desde la distancia: desde la carretera de Turre o la de Garrucha. Para ello, y a pesar de sus generosas dimensiones -con 35 metros de longitud de fachada y tres plantas de altura- se va a integrar con la arquitectura vernácula de la localidad, con huecos pequeños e irregulares sobre fondo blanco. El edificio va a contar con una superficie de 2.143 metros cuadrados