La Diputación Provincial de Almería está ayudando a Alcudia de Monteagud a afrontar la conservación de la Torre de la Antigua Alquería del Despoblado de Alhabia, cuyo material arqueológico lo sitúa cronológicamente entre los siglos XIII y XVI. El Área de Asistencia a Municipios se ha hecho cargo de la redacción del Proyecto de Conservación del que se considera como último vestigio de este asentamiento que desapareció tras la rebelión que protagonizaron estos habitantes del Reino de Granada en 1571, y su posterior expulsión por el rey Felipe III.

El Área de Asistencia a Municipios ha redactado el proyecto de Conservación del último vestigio de este asentamiento que desapareció tras la Rebelión de los Moriscos del Reino de Granada (1571)

Desde el año 2012, la Institución ha invertido 1 millón de euros en 74 mejoras de edificios históricos junto al Obispado y ha acometido hasta más de una docena de actuaciones en edificios emblemáticos y otros considerados Bien de Interés Cultural

Esta actuación se suma a la apuesta que ha realizado la Diputación Provincial por recuperar el Patrimonio Histórico y Cultural de la provincia de Almería. Una apuesta que, además, se ha traducido en un impulso al turismo cultural y patrimonial en el interior de la provincia de Almería.

La Torre  se encuentra a un kilómetro y medio del casco urbano de Alcudia de Monteagud y tiene unas dimensiones de 7,5 metros de lado y una planta cuadrada. Al tratarse de un elemento defensivo, cuenta con unos gruesos muros de mampostería que en su base llegan a alcanzar 1,40 metros de espesor, reduciendo su grosor conforme cobra altura. Esta Torre está declarada BIC desde 1985.

La intervención propuesta para la conservación de la Torre de la antigua Alquería Despoblado de Alhabia pretende lograr su consolidación estructural con el objetivo de evitar el progresivo deterioro y pérdida de estabilidad de los muros, tomando como criterios de actuación la «mínima intervención» y el máximo respeto del estado actual de la Torre. Por esa razón, se respetarán las aportaciones de épocas anteriores, así como sus materiales y morfología.

Por otro lado, los materiales empleados serán compatibles con los existentes (mampostería y piedra de la zona o morteros de cal), considerándose criterios de reversibilidad y de comportamiento estable. Los métodos constructivos y los materiales serán compatibles con la tradición constructiva de la Torre. Asimismo, las restituciones que se practiquen se realizarán con materiales propios de la Torre tratando que éstas sean reconocibles.

Patrimonio = Atractivo Cultural

La recuperación del Patrimonio Cultural supone la puesta en marcha de un nuevo atractivo turístico. En este sentido, la Diputación Provincial de Almería impulsó un convenio con el Obispado que ha permitido ejecutar más de 74 obras de mejoras en templos y edificios singulares con una inversión de más de un millón de euros. Prueba de ello son las obras ejecutadas en ‘El Saliente’, en la parroquia de Antas o en muchas iglesias que datan del siglo XVIII y XIX.

Entre las intervenciones más importantes que ha realizado en los últimos años la Diputación para recuperar el Patrimonio se encuentran varios edificios catalogados como Bienes de Interés Cultural: el Castillo de Velefique, la Iglesia de Gérgal, el Palacio del Rey Chico de Fuente Victoria, entre otros. Además, se han mejorado lugares emblemáticos como la Mejora de la Ermita de San Antonio, las iglesias de Polopos, Lucainena y Albanchez y está prevista la recuperación de dos edificios emblemáticos de Laujar: el Palacio del siglo XVIII y su Plaza de Toros.

La Torre en profundidad:

En su origen, La Torre alcanzaba los 10 metros de altura, estando por dentro dividida con cinco plantas de altura. En el piso bajo se encontraba la puerta de acceso; el primer piso estaba completamente cerrado; el segundo contaba solamente con una ventana en forma de saetera, seguramente con funciones defensivas; el tercer piso poseía cuatro ventanas; el cuarto piso tenía tres y en el último había dos, a ras de suelo. La comunicación a través de los distintos niveles debía hacerse a través de trampillas, ya que no quedan restos de escaleras.

A pesar de la gran importancia histórica de la Torre de Alhabia, hoy día este ejemplo de arquitectura defensiva presenta un mal estado de conservación. En general, mantiene sus alzados originales aunque presenta dos grandes aberturas debidas al derrumbe de sus materiales de construcción: una en la esquina oeste y otra en la cara sureste, que están acelerando su deterioro y poniendo en peligro la estabilidad del conjunto. El estado de abandono de la misma se ha visto agravado por el crecimiento espontáneo de vegetación en su interior, cuyas raíces afectan a los cimientos de la misma.