El Levante de la provincia cuenta con pequeños y pintorescos pueblos, en los que perderse por sus calles empedradas de fachadas blancas, que recuerdan su pasado árabe.

Desde el mirador de Bédar se disfruta de una de las mejores panorámicas del litoral, el azul del mediterráneo fundiéndose con el horizonte, los pueblos con encanto de alrededor y las sierras de la comarca

Este es el caso de los municipios de Bédar, Los Gallardos y Turre, que despliegan todos sus encantos para acoger con amabilidad a los visitantes.

En este sentido, Bédar es un municipio de montaña, en el que a través de sus estrechas calles se llega hasta la Iglesia de Santa María, del siglo XVII, cuyo torreón muestra un curioso reloj. En este paseo por su historia, no puede faltar una visita a la antigua Mezquita de Serena, de época nazarí, que posteriormente fue reconvertida en iglesia y cuyos últimos usos fueron como almazara. La Ermita de la Virgen de la Cabeza y la reciente Ermita de Serena, también forman parte de un patrimonio histórico y cultural de gran belleza.

La visita a este genuino pueblo no puede finalizar sin un paseo por su mirador, ya que Bédar ofrece una de las mejores panorámicas del litoral, a través del mirador de la Plaza de San Gregorio, conocido también como ‘El Balcón del Levante’, ya que desde él se disfruta de una vista de los pueblos de Los Gallardos, Turre, Mojácar, Garrucha, Vera o Antas. Una panorámica desde la que disfrutar no solo de la imagen del azul del Mar Mediterráneo fundiéndose con el horizonte, sino también de las sierras de la Comarca, y en el que durante su visita se encontrarán con monumento al minero, construido en mármol blanco de Macael en honor a los fallecidos en las minas de Bédar.

Y es que la minería tuvo mucho peso en el pasado de este municipio desde 1525, en época árabe, si bien su mayor apogeo lo tuvo a partir de 1888, con varios paréntesis y hasta 1970. Ahora, el pasado se hace historia y presente a través de las rutas que guían al visitante. Es por ello, que además de disfrutar del pueblo, se puede recorrer una ruta con la que descubrir el cargadero de hierro Tres Amigos, la Mina Pobreza, Mina Alerta o Mina Higuera, además del Mirador de Barranco Baeza.

Asimismo, el agua es otro de los elementos que influyó de manera decisiva en el desarrollo de este municipio y a través de una ruta por estrechos senderos que servían para comunicar las huertas con las balsas y las acequias, se puede llegar a escuchar el rumor del agua. Así durante el recorrido nos encontraremos con una Mina de Agua, en la que ese posible adentrarse para disfrutar de su sonido.

Tras salir de Bédar, la carretera conduce hacia Los Gallardos, un pequeño pueblo pero con mucho encanto, ideal para pasar unos días de descanso, en el destaca la Iglesia Parroquial de San José, los Baños Árabes de Alfaíx y los yacimientos de Cadima, donde se conservan restos de una villa romana. Una visita tras la cual reponer fuerzas con la rica y variada gastronomía de la zona.

El agua también está muy presente en este municipio, ya que su separación de la localidad de Turre, se produce a través del río Aguas, en cuyos márgenes se puede observar el puente Baquero, molino de la Higuera y el molino de la Cueva.

De esta manera, se llega a Turre, un municipio cuya historia se remonta al Paleolítico, Neolítico, Edad del Cobre y del Bronce, épocas de las que se han hallado restos, tales como los yacimientos de la cueva del Algarrobo, los asentamientos argáricos de La Losa y la Parralera, pero quizá la más importante es la del poblado argárico de Gatas. Junto a los límites de Turre se encuentran otras culturas posteriores como los celtas Las Alparatas, los íberos y los romanos en Cádima. Asimismo, junto a Sierra Cabrera aparecieron pequeños pueblos mozárabes.

Por otra parte, dentro del casco histórico de Turre, merece especial atención la Iglesia Parroquial, construida a finales del siglo XIX y la Ermita de San Francisco de Asís, del siglo XVI, pero también unos alrededores por los que se extiende Sierra Cabrera, un espacio en el que se encuentra una masa de encinares y pinares únicos en el litoral almeriense, tanto por su extensión como por su diversidad, y la que habitan el halcón peregrino, el águila real y perdicera o el búho real, entre otros.

En esta línea, el diputado de Turismo, Javier Aureliano García, insiste en “la labor que desde el Servicio Provincial de Turismo de la Diputación de Almería se realiza para la promoción y difusión de los productos y recursos turísticos que tiene el interior de la provincia”. Asimismo, ha aprovechado esta oportunidad para invitar a los propios almerienses y visitantes potenciales a conocer los enclaves privilegiados del interior de la provincia y que protagonizan la campaña de promoción ‘Almería, piérdete en su interior’.